La imagen que se están llevando algunos visitantes extranjeros al recorrer el centro Medellín es el de una ciudad hostil. Los guías turísticos que ofrecen caminatas por allí han sido víctimas de agresiones y denuncian que la seguridad en la zona viene en deterioro desde octubre del año pasado.
Pablo Álvarez, director de Real City Tours, reveló que en las últimas tres semanas vivieron al menos cinco episodios desagradables en los cuales estuvo involucrada la población habitante de calle. Incluso, dijo, por estos días se ven en mayor número.
Los 16 guías, quienes se caracterizan por su camiseta roja, suelen acompañar a grupos de hasta 20 extranjeros (muy pocas veces hay colombianos) por lugares como Plaza de Botero, Parque de las Luces, Parque San Antonio, La Alpujarra y otros puntos, mientras les cuentan la historia de la ciudad. En un día pueden hacer hasta 20 recorridos.
“En medio de nuestro trabajo, un turista recibió un escupitajo de un habitante de calle, otro recibió un golpe en el estómago sin ninguna explicación, a mí una mujer me rasguñó y me pegó en los brazos y a otros dos usuarios les robaron la billetera y el celular, este último sí lo pudo recuperar la Policía”, denunció Álvarez.
Aunque están habituados a la presencia de esta población, agregó, la administración debe prestar más atención porque algunos son violentos y lo que menos quieren es que haya un hecho que lamentar para que se tomen cartas en el asunto.
¿Cómo se cuida el Centro?
El teniente José Enrique Botello, comandante (e) de la estación de Policía de La Candelaria, reconoció lo críticos que son los lugares por donde pasan los recorridos de los guías y recomendó a quienes los dirigen que soliciten el acompañamiento de los cuadrantes de la zona.
Explicó que en La Candelaria hay 37 cuadrantes —cada uno integrado por dos uniformados—, pero teniendo en cuenta la alta incidencia de delitos, sobre todo hurtos y lesiones, desde la institución se refuerza la vigilancia con patrullas.
“Lógicamente, por la cantidad de personas que se mueven por allí, los cuadrantes a veces no dan abasto. Nos gustaría tener 100 agentes más allí, pero eso no es tan sencillo”, expresó el teniente Botello.
La Policía sí ha recibido reportes de hurtos a extranjeros (no especificaron cuántos) y lo importante, según el comandante, es denunciar para poder resolver los casos. Por otro lado, la sugerencia de la institución es que los turistas no exhiban sus cámaras en zonas muy complejas; es decir, practicar el autocuidado. “Sabemos que no debe ser así, pero son situaciones culturales que no cambian de la noche a la mañana”, aseveró el teniente Botello.
Una población flotante
En uno de los recorridos de Álvarez, un habitante de calle le aseguró que como cerraron un Centro Día y solo quedaba uno en el que se sentían en una “cárcel”, no lo ven como una alternativa y prefieren estar deambulando por allí.
Mónica Alejandra Gómez Laverde, secretaria de Inclusión Social de Medellín, confirmó que uno de los dos espacios fue cerrado por la alcaldía pasada, pero el plan de la actual administración es ponerlo en funcionamiento, no solo para ofrecer comida a esta población, sino para llevar a cabo otras actividades.
“No sabíamos de los hechos con los turistas, pero sí estamos revisando el problema en general. Oferta tenemos, pero el tema de habitantes de calle desborda al Estado. Para atenderlos existen tres granjas para trabajar en resocialización y también un albergue en el sector Juanambú”, comentó.
Gómez Laverde indicó que el trabajo para afrontar esta situación será articulado con la Secretaría de Seguridad. Manifestó que están a la espera de un censo que el Dane prepara de esta población, pero se estima que supera las 3.000 personas.
Por lo pronto, Álvarez sugirió hacer más brigadas de salud y reforzar la presencia estatal para garantizar seguridad a locales y turistas, porque los recorridos no se irán del Centro, una zona con tanta historia y un sinnúmero de relatos por contar.
Articular esfuerzos
“Existe una mesa de competitividad turística integrada por el sector público, privado y academia. Allí se deben compartir estas alertas. También se pueden extender las campañas de cultura ciudadana para cuidar a nuestros visitantes, y deben ser más fuertes en temporada alta, como diciembre, enero o Semana Santa. De igual forma tener activos los puntos de información, porque allí los extranjeros pueden conocer cómo denunciar algún caso. Es importante la articulación porque si al visitante le va mal, luego escribe su experiencia en un blog y puede afectar el turismo, sector en el cual se invierte mucho en Medellín”: Juliana Cardona, exsubsecretaria de Turismo de Medellín.
Tomado de El Colombiano
