La Unión Europea (UE) destinará 4 millones de euros (unos 3,25 millones de dólares) en la financiación de un nuevo plan de integración laboral para los refugiados en México, Costa Rica y Honduras que presentaron diversos entes este jueves en la capital mexicana.
El proyecto, dado a conocer por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Mexicana de Ayuda para Refugiados (Comar), tendrá una duración de tres años en México, Costa Rica y Honduras.
«El trabajo es la mejor forma de inserción social y resuelve conflictos de pobreza y genera desarrollo, pero no cualquier tipo de trabajo, por eso hablamos de trabajo decente», dijo Gerardina González, directora de OIT para México y Cuba, en conferencia de prensa.
Y añadió que «el trabajo decente es aquel que se realiza en condiciones de libertad, equidad y seguridad y con un ingreso digno que le permita a las personas desarrollarse y desenvolverse como ciudadanos honrados y de bien».
González consideró que el proyecto brindará la oportunidad de aplicar al contexto mexicano los principios rectores de la OIT sobre el acceso a refugiados y otras personas desplazadas forzadamente al mercado de trabajo.
Por su parte, el representante de Acnur en México, Mark Manly, señaló que en los procesos ordenados de integración de personas refugiadas todos ganan: las personas refugiadas, los empleadores y la sociedad.
«La clave es el empleo formal y digno y eso implica trabajar con el sector privado», apuntó Manly.
Destaco que la Acnur, en coordinación con el Gobierno mexicano, ha acompañado a más de 6.700 personas refugiadas a integrarse a ciudades del centro y norte del país.
De ellas, el 50 % está en edad laboral y contribuyeron el año pasado a la economía formal con 40,6 millones de pesos (2,1 millones de dólares) en pago de impuestos.
Precisó que del grupo que está en edad laboral, el 92 % encuentra un empleo formal y tras un año de trabajo sale de la pobreza y vive dignamente.
Mientras que el 80 % se quedan a vivir en la región que los acogió.
Las agencias señalaron que el proyecto se llevará a cabo de forma coordinada con el Plan de Desarrollo Integral para México, El Salvador, Honduras y Guatemala.
Y tanto Acnur como la OIT se comprometieron a promover el diálogo social y político para eliminar barreras legales, técnicas, administrativas u otras que obstaculicen el acceso a derechos de los refugiados.
Ambos representantes coincidieron en que con la implementación de este proyecto «la población desplazada por la violencia tendrá la capacidad para ser cada vez más autosuficiente» y contribuir a la economía local en México, Costa Rica y Honduras.
Jean-Pierre Bou, encargado de Negocios de la Unión Europea en México, dijo que el bloque europeo refrenda su compromiso de ayuda a México y Centroamérica y el fortalecimiento de sus políticas migratorias con la financiación del proyecto.
«La situación en materia migratoria es más complicada que antes debido al gran número de migrantes que atraviesan México», dijo Bou.
Recordó que desde octubre de 2018 en Centroamérica comenzaron a organizarse caravanas de migrantes por lo que es necesario poner atención en estas personas.
«A corto y mediano plazo los países se puedan beneficiar de los aspectos positivos de la migración», añadió Bou.
Según datos de la Comar en 2019 unas 70.302 personas solicitaron asilo en México, un aumento del 137 % comparado con 2018.
En su turno, el titular de la Comar, Andrés Ramírez Silva, dijo que el proyecto «es necesario e indispensable», ya que el número de refugiados está creciendo exponencialmente cada año.
Como ejemplo puso el número de solicitudes de refugio en enero de 2020, el cual fue 5.736, es decir, un 50 % más que enero de 2019.
EFE.