La protesta que el pasado jueves desencadenó un enfrentamiento entre encapuchados y Esmad, con la posterior irrupción de esta fuerza al interior de la Universidad de Antioquia, también fue el hecho que llevó a Luis Fernando Suárez, secretario de Gobierno de Antioquia, a proponer una vez más quitarle las mallas a este centro educativo.
El funcionario le dijo al diario El Colombiano que ya son muchos años haciendo lo mismo: conteniendo el vandalismo y las acciones de personas que desvirtúan las manifestaciones sociales y aprovechan las rejas para atrincherarse dentro de las universidades.
Por ello, mencionó, se podría seguir el lema con el que se construyeron las Unidades de Vida Articuladas (Uvas), “tumbar las cercas para estar más cerca”, e integrar no solo el campus de la U. de A., sino el de la Universidad Nacional, a un gran espacio público del cual la ciudadanía se apropie.
Incluso, dijo, porque Parques del Río contempla ese escenario en la etapa que se ejecutaría en esa zona de la ciudad.
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, respaldó la propuesta y manifestó que será un tema para debatir con el gobernador Aníbal Gaviria y con el rector de la U. de A. John Jairo Arboleda.
“Si es necesario, la alcaldía estaría dispuesta a hacer aportes económicos para reforzar la vigilancia al interior de los bloques, de modo que esto no se preste para que otros aprovechen la oportunidad para hacer robos o cualquier otra cosa”, manifestó el alcalde y agregó que los campus abiertos son comunes y atraen turismo en otras ciudades del mundo.
Una idea muy compleja
Para Jorge Iván Avendaño, profesor de Investigación Criminal de la Universidad de Medellín, la propuesta es bonita, pero se queda en una buena intención que desconoce el contexto.
“Hay un concepto de seguridad perimetral, en el cual esas mallas son necesarias en una institución que maneja una cantidad de bienes, como laboratorios, computadores, entre otros, y quitar el cerramiento dispararía el riesgo de intrusión”, explicó.
El profesor subrayó que las rejas blindan de alguna manera frente a delitos como el hurto, los abusos sexuales y otros, y recalcó que se debe tener en cuenta que a la U. de A. la rodean zonas con seguridad compleja como la Minorista o la Av. de Greiff, con presencia de habitantes de calle, que hacen difícil pensar en eso.
“Eso funciona en ciudades de países desarrollados donde la gente ha entendido que no se deben dañar bienes que prestan un servicio. En Colombia todavía estamos lejos”, anotó.
Aún así, el secretario Suárez observó que ni las mallas son garantía de seguridad, pues en noviembre del año pasado violentaron y robaron el dinero de un cajero dentro de la U. de A.
En todo caso, dijo, la propuesta se hablará y dependerá de la voluntad de las partes, e incluso se analizarán otras alternativas.
¿Qué dicen algunos egresados?
Orlando Ramírez expresó que la idea no tiene sentido y va en contra de toda lógica. “La universidad debe ser abierta y permitir el acceso a quienes la buscan como espacio de aprendizaje, de proyección de vida o de espacio cultural. Pero de ahí a quitar las mallas y con ello restarle funcionalidad a los controles de identificación con carnet o cédula es totalmente insensato al darles acceso a atracadores. Si los espacios son utilizados por los encapuchados y vándalos, ya saben dónde están y cómo detenerlos”, dijo.
Diana Álvarez manifestó que, más allá de dar su opinión como egresada, la da como madre de un estudiante de la Universidad Nacional. Para ella, eso sería tener una preocupación constante por lo que pase con su hijo. “Una administración debe dar soluciones y no generar más problemas”, aseveró.
Por su parte, Beatriz Sánchez comentó que esa propuesta solo persigue facilitar el ingreso de agentes del Esmad, librándose con simpleza del debate sobre la autonomía universitaria y las explicaciones a la ciudadanía que conllevan esas decisiones.
No es una propuesta nueva
En 2012, el entonces gobernador Sergio Fajardo también reflexionó acerca de la capacidad de la ciudad para poder quitar el cercado de la Universidad de Antioquia. Incluso el exrector Alberto Uribe Correa fue más allá y dijo que además de la malla física, deberían quitarse las rejas virtuales. Luego, en 2017, el exrector Mauricio Alviar puso de nuevo el debate sobre la mesa y propuso abrir el campus.
Tomado de El Colombiano
