La estudiante de la Universidad de la Amazonía Cindy Yulieth Morales fue asesinada el pasado sábado 29 de febrero en Florencia, Caquetá. Al mediodía de este sábado fue encontrado el cuerpo en su vivienda, ubicada en el barrio La Victoria. La mujer de 28 años, quien trabajaba como gerente de Zona de Avon y el viernes pasado se había graduado como especialista en Talento Humano, fue hallada por las autoridades en su habitación amarrada a la cama y presentaba signos de tortura y violación.
El CTI hizo el levantamiento del cuerpo, recogió todas las pesquisas necesarias para esclarecer lo ocurrido y el cuerpo de Cindy se encuentra en las instalaciones de Medicina Legal de Florencia. Las primeras versiones, apuntan a que su expareja habría sido el feminicida un integrante activo de la Sijin de la Policía y con el que habría cortado su relación en noviembre del año pasado.
Con profunda indignación recibimos hoy la noticia de un nuevo feminicidio que enluta no solo a una familia caqueteña, si no a nuestra alma mater.
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Morales habría llegado a su casa en la madrugada del sábado luego de haber celebrado su graduación en un bar de la zona rosa de la capital caqueteña. Cuando los miembros del CTI llegaron al lugar del feminicidio también encontraron un carro estacionado al frente de la casa de la mujer. Miembros del ente investigador también tomaron registro de huellas y demás evidencias del vehículo para establecer qué sucedió.
«Con profunda indignación recibimos hoy la noticia de un nuevo feminicidio que enluta no solo a una familia caqueteña, si no a nuestra alma mater. Cindy Julieth Morales Salguero (…) En la madrugada del 29 de febrero fue víctima de la brutal agresión que puso fin a sus sueños y a su vida, convirtiéndose en la cuarta mujer asesinada este año en el departamento del Caquetá, uno de los más violentos contra las mujeres, donde la naturalización de las violencias, la inequidad de género, las barreras para el acceso a la justicia y la indiferencia se convierten en la mayor amenaza contra la vida y la dignidad de las mujeres y las niñas», señaló la Universidad de la Amazonía.
Tomado de El Espectador
