Los cuerpos de socorro del municipio de San Francisco realizan esta tarde del jueves las labores de rescate del cuerpo sin vida del concejal Ángel Ovidio Quintero, presidente de la corporación y quien sufrió un atentado contra su vida en horas de la mañana de este mismo jueves.
Fuentes de la alcaldía de la localidad confirmaron que la víctima fue hallada en aguas del río y debido al fuerte caudal del afluente, las labores de rescate se han complicado.
“Lamento informar que las autoridades han encontrado sin vida el cuerpo de Ángel. Rechazo toda forma de violencia. En este momento hacemos consejo de seguridad para avanzar en la investigación de este vil asesinato de nuestro amigo y Concejal. Paz en su tumba”, comentó el alcalde de San Francisco, Diego Alejandro Duque Valencia momentos después del hallazgo de corporado.
Según denuncias hechas en la tarde por la alcaldía y el concejo de San Francisco, el corporado Quintero sufrió un atentado contra su vida a las 9:40 de la mañana en el sector conocido como El Grillo, entre las veredas Pailania y La Tolda.
En el momento de la agresión, Quintero estaba en compañía de un sobrino. Hasta esta tarde no se sabía la suerte de ambas personas, mientras bomberos de la localidad realizaban la búsqueda en el perímetro del atentado.
Tanto el mandatario como el Concejo en pleno afirmaron que rechazan “rotundamente los hechos de violencia que se presentaron esta mañana” y que segaron la vida del dirigente y líder político de la población del Oriente antioqueño.
En San Francisco hemos trabajado unidos como ciudadanos para pasar la página de violencia y rechazamos como población los hechos que atentan contra la vida y el bienestar de la población”, dice el comunicado.
Por su parte, la Asociación de Concejales del Oriente Antioqueño, Acora, también manifestó su rechazo a este hecho de violencia. En señal de solidaridad, Acora difundió un comunicado en el que condenó los hechos y exigió de las autoridades una investigación para dar con los responsables.
“Ninguna razón existe para resolver conflictos o desacuerdos en una comunidad atentando contra la vida e integridad de una persona. Nuestro servicio público en beneficio de los habitantes del territorio no merece, de ninguna manera, el uso de la violencia, amenazas y menos aún el objetivo de acabar con una vida”, afirma Acora, que tampoco dice nada sobre la suerte del corporado.
Tomado de El Colombiano