El medicamento, usado para tratar la malaria, ha dado resultados alentadores en pruebas clínicas, por lo que algunos países centran sus esperanzas en él. Pero los especialistas piden prudencia.
La cloroquina, un medicamento que se emplea para tratar la malaria, ha llamado la atención de varios líderes por sus resultados positivos para combatir el nuevo coronavirus, una enfermedad que ya deja un saldo de más de 16,000 muertes en todo el mundo. Sin embargo, los especialistas en salud recomiendan tomar esta ‘cura’ con cautela.
Entre los entusiastas de la cloroquina, está el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien desde el jueves se ha mostrado optimista sobre el uso de la cloroquina para tratar el coronavirus.
«Vamos a poder hacer que ese medicamento esté disponible casi de inmediato», dijo Trump en una conferencia de prensa, evocando resultados preliminares «muy muy alentadores». «Es muy emocionante. Pienso que eso puede cambiar la situación, o puede que no. Pero por lo que he visto, puede cambiar las cosas», añadió.
Durante el fin de semana, el presidente estadounidense continúo con su campaña a favor de tratar el Covid-19 con cloroquina, acompañada con un antibiótico prescrito contra diferentes tipos de infecciones, entre ellas respiratorias.
«La HIDROXICLOROQUINA Y LA AZITROMICINA, tomados en conjunto, tienen una oportunidad real de ser uno de los mayores puntos de inflexión en la historia de la medicina», escribió el presidente en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, el comisionado de la FDA (la autoridad sanitaria de Estados Unidos), Stephen Hahn, advirtió que por ahora solo se usará «en el contexto de un ensayo clínico».
Distintas publicaciones se han hecho eco de un estudio de investigadores franceses, en revisión para ser publicado por la revista especializada International Journal of Antimicrobial Agents, sobre las primeras evidencias de que combinar la hidroxicloroquina con azitromicina podría ser efectivo en el tratamiento del Covid-19 y reducir la duración del virus en los pacientes.
Otro de los entusiastas es el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien anunció el sábado que ordenó al Laboratorio del Ejército que eleve su producción de cloroquina.
El líder ultraderechista agregó que el Hospital Albert Einstein de Sao Paulo ya inició ensayos clínicos para determinar la eficacia de la cloroquina en el tratamiento de pacientes con Covid-19.
El Ministerio de Salud de Brasil, sin embargo, aclaró que está esperando un dictamen de los especialistas para decidir si autoriza el uso de la cloroquina para tratar a pacientes con Covid-19 en estado grave. También prohibió la venta de esta medicina sin receta médica.
En Francia, el principal promotor de este medicamento, también usado en casos de artritis y lupus por sus propiedades antiinflamatorias, es Didier Raoult, el director del Hospital Universitario IHU de Marsella, en el sur del país. A finales de febrero, en un video, Raoult anunció el “fin de la partida” contra el nuevo coronavirus: la cloroquina, una molécula banal utilizada contra la malaria.
El especialista en enfermedades infecciosas lo ha probado en 24 pacientes, y afirma que en el 75% de los casos la carga viral fue negativa al cabo de seis días. Este domingo, señaló en el diario local La Provence que en el 25% restante no se detectó una agravamiento de la situación.
«Si tenemos la posibilidad de descubrir en Francia o en el extranjero un tratamiento que permita curar a los enfermos y salvar vidas, mi movilización ha sido total desde el primer día para facilitar los ensayos clínicos y preparar a la industria farmacéutica», dijo también el domingo el ministro francés de Sanidad, Olivier Veran.
Recomiendan cautela
A pesar de que hay una gran agitación en torno a este medicamento, algunos especialistas en la salud recomiendan cautela, pues aún no hay pruebas sólidas de la eficacia de la cloroquina para tratar el coronavirus.
“Aunque parece que la cloroquina podría ser útil, por desgracia no se tiene la certeza de que algún medicamento funcione, entre ellos los que se utilizaron para tratar la influenza H1N1”, indicó César Hernández Guerrero, químico bacteriólogo parasitólogo y académico del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana.
Uno de los riesgos que ven los especialistas es que, ante el entusiasmo por la cloroquina, las personas lleguen en masa a las farmacias para comprar esta medicina, que se vende con varios nombres comerciales en el mundo.
En Nigeria hay al menos dos casos de intoxicación por este medicamento. “Después de las declaraciones de Donald Trump sobre este medicamento, esto ha tomado otra dimensión. La gente ha llegado en tromba a las farmacias para comprar cloroquina», dijo a la agencia AFP Ore Awokoya, asesora de Salud del gobernador de Lagos. «Estamos preocupados, porque la mayoría se va a administrar medicamentos sin ningún control, ni idea de las dosis en el caso del coronavirus», afirmó la responsable.
Otros médicos franceses han sido críticos con el entusiasmo sobre la cloriquina como tratamiento anti-coronavirus, pues advierten que puede tener riesgos para la salud.
“Hay que prestar atención porque la cloroquina (…) tiene una serie de efectos adversos: enfermedades del sistema inmune, trastornos gastrointestinales, náuseas, vómitos, problemas a nivel hepático o inclusive hematológico”, dijo a la agencia AFP Jean-Paul Giroud, un especialista en farmacología y miembro de la Academia Nacional de Medicina francesa.
De acuerdo con la OMS, la sobredosis de esta droga puede provocar desde cefaleas o problemas digestivos hasta convulsiones y el coma.
“Se considera que el uso indebido de la cloroquina es una causa frecuente de bloqueo auriculoventricular en los lugares donde abunda la automedicación y la cloroquina se utiliza sin supervisión para tratar prácticamente cualquier estado febril. Esos pacientes corren además el riesgo de padecer retinopatía debida a la cloroquina”, señala la OMS.
La agencia de la OMS señala que una sobredosis de este medicamento puede ser mortal, “incluso una dosis oral tan baja como 50 mg del producto base/kg puede ser letal”.
El organismo indica que aún no hay ningún medicamento específico para prevenir o tratar el coronavirus.
Tomado de Expansión
