En todo el mundo, ha sido imposible contabilizar a todos los infectados, porque muchos no presentan sintomatología o no detectan el virus.
La mayoría de las personas que se contagien de COVID-19 no presentará síntomas o serán tan leves que ni siquiera requerirán de ir al médico, lo que hará imposible que se contabilice el número real de infectados en cualquier Sistema de Salud del mundo, así lo consideran expertos, quienes señalan que los datos corresponden solo a los casos detectados, llamados «infectados positivos».
“La gente infectada es muy difícil contabilizar, en ningún lado del mundo se puede contabilizar, lo que se contabiliza es lo que se llama ‘infectados positivos’, es decir los que el sistema de salud correspondiente logra captar, esto siempre es una fracción pequeña del total, en todos lados”, afirma Gustavo Cruz, investigador de la UNAM.
El coordinador de Posgrado del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara, José Hernández Bello, señala que en México hay preocupación adicional de que los datos oficiales estén subvalorados y que “realmente los casos estén muy por arriba de lo que se está reportando”.
“Muy probablemente el número que se está reportando es más bajo porque hay muchas personas que no están diagnosticadas y una de las principales cosas es que no se está teniendo la suficiente cantidad de pruebas y distribución en los estados”, dice.
El investigador de la UdeG explica que hay muchos asintomáticos que han tenido contacto y que ellos mismos se han identificado como sospechosos, pero no necesariamente se les ha podido realizar la prueba, por lo que puede haber una “sobrestimación” de lo que estamos viviendo.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, México hasta el 26 de marzo hay 585 casos de coronavirus COVID-19 confirmados, este ha sido el incremento diario más alto, al pasar de 475 a casi 600, 110 personas más.
Un contagiado infecta a 2.5 personas más
El científico de la UNAM que colaboró en el diseño de un modelo matemático para determinar la velocidad de los contagios durante la epidemia de 2009, de la influenza AH1N1, explica que en las epidemias se usa el R0 o número reproductivo básico, que es la medida de cómo se propaga la enfermedad.
En el caso del COVID-19 se calcula un R0 de 2.5, es decir que un infectado, contagia en promedio a dos personas y media. Por eso es difícil localizar a todos los infectados y, por lo tanto, controlar la propagación del virus, pero esto sucede en todas partes del mundo.
Por ello son importantes las medidas de distanciamiento social, emitidas por la Secretaría de Salud, porque eso protege a los individuos de una posible infección y por ende a toda la comunidad.
“Si la gente está infectada y no se ha dado cuenta (al no salir) dejaría de infectar, por lo menos al ritmo que lo hará si sale de su casa”, insiste.
Los riesgos que provoquen más muertes
Si bien la tasa de mortalidad del COVID-19 mundial es del 4% y que sea una fracción pequeña la que necesite los servicios médicos y un grupo aún más pequeño el que necesite los servicios de alta especialidad, estas fracciones podrían aumentar en México por las condiciones sanitarias y las características de los ciudadanos, como por ejemplo la obesidad y diabetes.
“Parece ser que en Italia, uno de los factores que incrementó la proporción de gente que está muriendo, es el hecho de que la población es de edad muy avanzada, la proporción de edad avanzada que tiene es muy avanzada, ahí fue ese factor, aquí podría ser el hecho de que mucha gente tiene diabetes o tiene sobrepeso”, explica Gustavo Cruz.
El académico de la UdeG coincide que tanto en México, como en otros países, se la da importancia a la edad, como grupo de riesgo importante, por lo que en ese aspecto el país tiene puntos a favor, porque tiene una población con más jóvenes, sin embargo hay factores de enfermedades crónico-degenerativas que preocupan.
“Es más importancia a la edad, adultos mayores con riesgo más importante, esas son cosas buenas que tenemos a nuestro favor, somos de las poblaciones con más jóvenes a nivel mundial, pero si nos vamos a estos factores de enfermedades crónico degerantivas, entonces México está de preocuparse”, afirma.
Tomado de Expansión México
