El fuerte y evidente impacto que están teniendo la cuarentena y las restricciones a la movilidad en cientos de empresas y negocios llevó al gremio de los comerciantes a plantear medidas extremas para enfrentar el duro trance que atraviesan la economía, los negocios y las ventas.
En una carta dirigida al ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, planteó la necesidad de permitir acuerdos colectivos al interior de las empresas, que modifiquen temporalmente las condiciones de los contratos laborales mientras dura la crisis, garantizando el mantenimiento total de la nómina, con un salario menor, pero “con la obligación de restablecer las condiciones iniciales, una vez termine este periodo crucial”.
Y agrega que aunque bajo la actual legislación es posible acordar modificaciones a los contratos, esto solo se puede hacer con la expresa voluntad de los trabajadores, por lo que dicho aval sería para hacerlo de forma general.
“Dadas las actuales circunstancias, sería necesario poder realizarlo con todos los integrantes de la nómina, lo cual hoy no es posible porque no incluye a los trabajadores de salario mínimo. Por lo cual se hace necesario, permitir mediante decreto, que el alivio llegue a los micro y pequeños comerciantes y empresarios, donde la gran mayoría de la nómina es de trabajadores de salario mínimo”, recalcó el dirigente gremial.
Adicionalmente, el representante de los comerciantes, uno de los renglones más golpeados, pues miles de establecimientos permanecen cerrados, recalcó la urgente necesidad de crear una línea de crédito exclusiva y diferenciada para que las empresas que no tienen ingresos en este momento cuenten con la capacidad de pago de nóminas.
“Esta línea debería incluir, por lo menos, 6 meses de gracia, dos años de plazo y sin intereses”, indicó Cabal en su misiva al Ministro de Trabajo.
Y agregó que, teniendo en cuenta que la prolongación de la cuarentena es casi segura, se debe fijar un periodo de 4 meses a partir del próximo primero de abril (abril-julio) para la implementación y ejecución de estas dos iniciativas.
Las posiciones al respecto no se hicieron esperar. El director del observatorio laboral de la Universidad del Rosario, Iván Jaramillo, indicó que “la propuesta de Fenalco de habilitar por acuerdo entre las partes del contrato de trabajo (empleador y trabajador) la reducción de salarios, desconoce la asimetría de la relación entre el empleador y el trabajador que asignará al empleado (parte débil) el costo económico de la crisis”.
Entre tanto, Jaime Tejo, experto de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, señaló que, en las actuales circunstancias, “la propuesta podría ser una alternativa temporal, digamos por 6 meses o máximo un año. Debe ser muy claro que después de ese periodo se vuelve a las condiciones salariales anteriores y no se afectan ni las contribuciones a pensión ni las cesantías”. Para Tejo, “es mejor mantener el empleo con, digamos, 20 por ciento menos del salario que entrar en el desempleo”.
El debate nacional en ese sentido tendrá que ser amplio. El rango de ingresos a partir del cual se consolidaría la propuesta será otro de los puntos claves. Claro que la idea de Fenalco sería generalizada y requeriría un cambio rápido (decreto).
Hay que señalar que, bajo la actual legislación en el país es posible acordar modificaciones a los contratos, pero esto solo se puede hacer con la expresa voluntad de los trabajadores, por lo que dicho aval sería para hacerlo de forma general.
Tomado de El Tiempo