El estallido de la desesperación se manifestó en algunos barrios periféricos del Valle de Aburrá con pañuelos rojos. Un punto de ebullición porque los habitantes de estas zonas afirman que ya no tienen con qué comer debido a la cuarentena obligatoria ocasionada por la pandemia de la covid-19.
Este martes, en Vallejuelos, una invasión ubicada al occidente de Medellín en la comuna de Robledo, el grito acompañado de trapos rojos y blancos era por alimentos y medicinas.
Elvia Oquendo, habitante de Villa de Santafé en esta comuna, reveló que en el edificio donde vive casi todos sus vecinos tienen el trapo rojo, porque el hambre no da para más y nadie se ha acercado a brindarles atención. “No vienen sino a buscar votos cuando los necesitan”, criticó.
A la par, en las fachadas de las casas del barrio El Porvenir, en Itagüí, la comunidad reclamó ayuda pues no pueden suplir necesidades básicas. En su caso, el color rojo ha servido como indicador para que vecinos de unidades aledañas, que tienen mejor estabilidad económica, les lleven algunos mercados.
“La mayoría de las familias está aguantando hambre, viven del día a día, hay vendedores ambulantes, madres cabezas de familia, empleadas domésticas. Hay hogares que llevan sin comer hasta dos días y entre nosotros tratamos de ayudarnos, pero ya el bolsillo no nos da para más”, manifestó Auris Espitia, una de las líderes de la protesta pacífica en Vallejuelos.
Reconoce que el terreno en el que levantaron sus casas no es legalizado, pero señaló que viven allí por necesidad. La mayor parte de la población es desplazada, dijo, y exigen a las autoridades mirar a este territorio que está clamando por ayuda.
Ante esta situación, Esteban Restrepo, secretario de Gobierno, hizo presencia en la comuna 7. Indicó que de la mano con funcionarios de la Secretaría de Inclusión Social visitarán, junto a nueve líderes de la zona, a las familias más necesitadas para brindarles atención, económica o alimenticia.
Por su parte el alcalde Daniel Quintero expresó que se hará una caracterización y reiteró el llamado a la ciudadanía para inscribirse en la plataforma Medellín Me Cuida, mediante la cual se podrá identificar mejor a quienes necesitan apoyo. “No vamos a descansar hasta que todos estén protegidos”, expresó.
Cabe recordar que las protestas con trapos rojos comenzaron la semana pasada en los barrios altos de San Javier. En ese entonces, con el fin de identificar las necesidades de la comunidad y de priorizar las ayudas humanitarias, la Secretaría de Inclusión Social inició un proceso de caracterización de las familias que residen en la comuna 13.
Controles a entrega de ayudas
La Personería de Medellín ordenó el inicio de una vigilancia preventiva sobre todas las actuaciones que la administración municipal realice en el marco de la emergencia.
“Estamos haciendo seguimiento estricto a la contratación que se realice para poder determinar que se hace respetando los cánones de objetividad de la ley contractual”, indicó William Yeffer Vivas, personero de Medellín. Además, agregó, la vigilancia estará enfocada en garantizar que las ayudas lleguen a las personas que realmente lo necesitan.
“En todas las comunas que hemos visitado hemos visto, al menos, un trapo rojo. La comuna donde más vimos fue la 13. El trapo es una forma de decirle a la administración municipal y al Estado: aquí hay hambre, aquí no tenemos alimentos, aquí requerimos ayuda de ustedes”.
Tomado de El Colombiano
