Luego de dos años de audiencias y juicio oral, el Juzgado Segundo Penal Especializado de Medellín anunció el sentido del fallo condenatorio en contra de Jorge de Jesús Vallejo Alarcón, alias “Vallejo”, uno de los principales cabecillas del crimen organizado en el Valle de Aburrá.
La decisión fue tomada después de los alegatos conclusivos de la Fiscalía y la defensa, al terminar la etapa de juzgamiento, e implica que el comerciante de 53 años fue hallado responsable en primera instancia de concierto para delinquir agravado, por ser uno de los líderes de las bandas “la Oficina” y “el Mesa”.
El monto de la pena, que podría ser de 12 años, según fuentes judiciales, será anunciado en las próximas semanas, cuando se realice (a distancia) la audiencia de lectura del fallo. En ese momento, su defensa tendrá la oportunidad de hacer apelaciones, si así lo considera.
“Vallejo” fue capturado por la Policía el 6 de marzo de 2018, cuando se movilizaba en una camioneta Fortuner blindada por una vía de El Poblado, en el suroriente de Medellín.
En ese momento, de acuerdo con las autoridades, era uno de los principales socios de Juan Carlos Mesa Vallejo (“Tom”), quien fungía como el máximo jefe de “la Oficina”, la organización que coordina al 50% de las bandas del Valle de Aburrá.
Su papel era articular las relaciones entre los grupos armados de Bello y Medellín, así como coordinar actividades de narcotráfico y extorsión en distintos lugares de Colombia. En ese entonces, el general Óscar Gómez, comandante de la Policía Metropolitana, informó que administraba dineros ilícitos obtenidos en el área metropolitana, Boyacá, Cundinamarca y Santander.
En el allanamiento a su morada, en el barrio Castropol, le encontraron cinco armas de fogueo y títulos valores por $10.000 millones.
En su prontuario figura que fue cofundador de la banda “el Mesa” de Bello, en los años noventa. Su apodo comenzó a sonar en el bajo mundo el 29 de junio de 2011, cuando sobrevivió a un atentado sicarial en una urbanización de Castropol.
Un comando sicarial, con prendas de la Sijín, irrumpió en un apartamento del séptimo piso, donde se llevaba a cabo una reunión mafiosa. Hubo tiroteo y tres de los inquilinos, entre ellos “Vallejo”, saltaron por una ventana. Dos personas murieron y Vallejo Alarcón, increíblemente, se salvó tras una caída de siete pisos.
Desde el arresto en 2018, el cabecilla insistió en su inocencia. Antes de comenzar el juicio en su contra, el principal testigo de la Fiscalía murió en extrañas circunstancias.
Jader Obeimar Fernández Tobón (“el Chivo”) amaneció muerto en el catre de su celda, en la cárcel El Pedregal de Medellín, el 16 de diciembre de 2018. El caso fue registrado como “muerte por establecer”, pues no tenía señales de violencia.
Una versión preliminar de los demás internos indicaba que murió por intoxicación con chamber, un licor de fabricación carcelaria, pero los investigadores dudan de esa hipótesis, pues el finado tenía cáncer y debido al tratamiento no solía consumir licor.
El caso de “Chepe”
De otro lado, el Juzgado Primero Penal con funciones de control de garantías dictó medida de aseguramiento en la cárcel en contra de Josué Fabio Osorio Osorio, alias “Chepe”, supuesto socio de “Vallejo” y de “Tom” en la cúpula de “la Oficina”.
Tal cual había informado el diario El Colombiano, su captura se produjo el jueves pasado en una finca de la vereda La Chapa, en Carmen de Viboral, Oriente antioqueño.
La Dirección de Fiscalías contra la Criminalidad Organizada le imputó cargos por concierto para delinquir agravado y tentativa de homicidio, los cuales rechazó en el estrado. Será trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Itagüí en los próximos días.
En la mañana de este sábado, el alcalde Daniel Quintero se refirió al caso: “Es el golpe más importante de este año a cualquier estructura criminal en Medellín. Este es un mensaje muy importante, no estamos quietos, seguimos operando, y a todos los criminales que crean que ahorita, que se empieza a abrir la economía, pueden salir a delinquir, que sepan que la Policía está lista para actuar en coordinación con la Alcaldía y la Fiscalía”.
Tomado de El Colombiano