Cuatro bebes de entre 15 días y 1 año de edad pertenecientes al pueblo Embera Katio del resguardo Salaqui – Pavarandó, municipio de Riosucio (Chocó) murieron en los últimos días como consecuencia de un contagio colectivo que afecta a otros 59 miembros de la comunidad desde hace al menos tres semanas.
Pese a la solicitud a las autoridades municipales elevada por el gobernador del resguardo Jorge Salazar Chamí pasado 21 de abril, y al anuncio del alcalde Conrad Valoyes Mendoza del envió de una brigada de salud a la zona. el pueblo indígena continúa sin atención médica con cuadros de dolor de cabeza, diarrea, vómito y fiebre.
Tres de los niños, de dos semanas de nacidos, murieron en el sao conocido como Isleta, días antes de la entrega de la comunicación por parte del gobernador Salazar Charla, al igual que un bebé de un año en Pueblo Antioquia (zona del resguardo a dos días de la cabecera municipal).
Una cuarta bebé, de 3 meses, murió el pasado 23 de abril, cuando ya la Secretaria de Salud estaba informada. Otro niño se encuentra en grave estado de salud, según confirmaron a Radio Nizkor líderes indígenas que pidieron reserva de su nombre por razones de seguridad.
El secretario de salud de Riosucio, José Reyes Pérez, confirmó la muerte de la bebé y anunció un envió de una misión médica próximamente. “Eso ya veremos cómo se organiza», respondió molesto ante las preguntas de Radio Nizkor, no sin antes acusar a la emisora de esparcir “noticias falsas”.
Con ellos son ya 7 los decesos de indígenas Embera (6 niños y un adulto mayor) en Riosucio. Otros tres, entre ellos dos bebés, fallecieron el 29 de marzo y el 4 de abril en el resguardo Embera Dóbida de Peñas Blancas, ubicado en inmediaciones del rio Truandó, por una enfermedad desconocida cuyos síntomas eran compatibles con el coronavirus.
No obstante, la brigada sanitaria que visitó la región un mes después de la alerta enviada por el promotor de salud de la comunidad, descartó que se tratara de covid-19 sin realizar ninguna prueba.
De acuerdo con miembros del Cabildo Mayor Indígena de la Zona del Bajo Atrato (Camizba), la brigada de salud al resguardo Salaqui Pavarandó está siendo programada para el 2 de mayo.
El resguardo comprende vanas comunidades Barranco (a 3 horas en lancha de Riosucio), Jojobe (4 horas), Isleta (5 horas), Santa Rosa de Calungo (7 horas), Unión Chamí (8 horas) y Pueblo Antioquia. Se trata de zonas de difícil acceso desde Riosucio, el municipio de mayor extensión del Chocó, fronterizo con Panamá.
Defensoría del Pueblo pide investigaciones disciplinarias
La deficiente atención del pueblo Ernbera fue abordada por la Defensoría del Pueblo en la alerta temprana 009 del pasado 7 de marzo para los municipios de Riosucio y Carmen del Darién, que llamó la atención no sólo por el agravamiento de las condiciones humanitarias en la zona debido a la disputa del territorio entre los paramilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), sino por las difíciles condiciones de acceso, la falta de servicios básicos de salud y servicios básicos para la subsistencia.
La Defensoría destacó la muerte de 7 niños del resguardo Urada Jiguamiandó en Carmen del Darién, donde se reportó en marzo de 2019 la muerte de aproximadamente siete niños por enfermedades evitables relacionadas con enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias asociadas a la desnutrición.
“Resulta de altísima preocupación que una situación enmarcada en una alerta temprana que debería haber activado de forma rápida a las instituciones, no haya servido para prevenir la situación que hoy se está viviendo”, dijo a Nizkor el señor Mateo Gómez Velásquez.
“Pese a la reunión virtual de la Comisión Intersectorial de Respuesta Rápida a las Alertas Tempranas, donde tienen asiento autoridades del orden departamental como la Secretaria de Salud del Chocó, no hubo gestión rápida de parte de las autoridades y hoy se registra la muerte de niños, quienes además cuentan con especial protección constitucional”, añadió Mateo, quien solicitó a la Procuraduría General de la Nación valorar si la gestión de las instituciones tuvo la debida diligencia para actuar en casos de amenazas graves a los derechos humanos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente mueren más de medio millón de niños menores de 5 años por enfermedades diarreicas agudas, las cuales constituyen una causa principal de mortalidad y morbilidad en la niñez en el mundo.
Tomado de Nizkor
