Por primera vez un mayor general Jefe de Estado Mayor de Operaciones del Ejército Nacional preside el relevo del Batallón Colombia N.° 3 acantonado en la península del Sinaí.
El mayor general Raúl Antonio Rodríguez Arévalo, jefe de la Jefatura de Estado Mayor de Operaciones, viajó a la península del Sinaí en compañía de una comitiva para representar al mayor general Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, comandante del Ejército Nacional, y presidir la ceremonia de trasmisión de mando del Batallón Colombia N.° 3 que, desde hace 38 años, hace parte de la Fuerza Multinacional de Observadores de la ONU en esa región.
Es la primera vez que un jefe de Jefatura de Estado Mayor de Operaciones del Ejército Nacional de Colombia encabeza de manera presencial desde el Sinaí esta transmisión de mando, en la que Colombia participa como parte de la Fuerza Multinacional de Observadores que propende por la estabilización y el cumplimiento del acuerdo de paz entre Israel y Egipto.
La trascendencia de esta visita radica en que el Batallón Colombia N.° 3 está al mando de las tropas responsables de establecer la seguridad perimétrica en el campo norte de la zona C del Sinaí (unos 4400 kilómetros cuadrados), y proteger las instalaciones del cuartel general de la Fuerza Multinacional de Paz y Observadores (MFO), una misión internacional destinada a verificar el cumplimiento de los tratados de paz entre Egipto e Israel y custodia del territorio que los dos países se pelearon por treinta años.
El mayor general Raúl Antonio Rodríguez Arévalo presidió la ceremonia militar en la que el coronel Luis Eduardo Cifuentes Villamarín hizo entrega del mando de las tropas al teniente coronel Diego Eduardo Meneses Gutiérrez. El teniente coronel Diego Eduardo Meneses Gutiérrez fue seleccionado por el Ejército después de ser comandante del Batallón de Alta Montaña que desarrolla operaciones militares en el Cauca. Su reto será seguir contribuyendo al fortalecimiento de la imagen del país.
El Batallón Colombia N.°3 está en el Sinaí, desde abril de 1982, cuando la Organización de Naciones Unidas (ONU) le pidió al país enviar una tropa con 502 hombres a la frontera entre Egipto e Israel. Los uniformados seguían las órdenes del entonces teniente coronel Bernardo Ramírez Lozano, a quien nombraron su comandante.
A la MFO también se unieron otros 1500 militares de Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Noruega, Francia, Italia, Inglaterra, Holanda, Uruguay, las islas Fiji y 30 civiles, entre médicos, odontólogos y enfermeros.