El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró este domingo que el país no está preparado para retomar las actividades económicas por el avance del COVID-19 y desoyó la petición de los empresarios de reabrir gradualmente la economía.
«No es tiempo de abrir (la economía), por más que griten los empresarios, no es tiempo de abrir. Se que para muchos es duro escuchar estas palabras», apuntó el mandatario en una cadena nacional de radio y televisión.
Según el presidente, El Salvador no ha alcanzado «el pico de la primera curva» de contagios y reactivar la economía implica el riesgo de que los fallecidos fuesen «muchísimos más».
Subrayó que el sistema sanitario es «miles de veces más débil» que el de Estados Unidos y Europa, donde «ya pasaron la primera ola» y sufrieron miles de muertes.
El mandatario señaló que su Gobierno trabaja no solo en la atención de la crisis sanitaria generada por el COVID-19, sino que también afronta la violencia de las pandillas, y en un plan para repartir 1,7 millones de paquetes alimenticios.
Las declaraciones de Bukele se produjeron en medio de un polémica después de que prescindiera del Congreso para declarar el estado de emergencia ante el vencimiento de la medida y el traslado de la discusión y votación de su prórroga para el lunes.
La medida ha sido criticada por la oposición y activistas, quienes la catalogaron como un intento de desconocer al órgano Legislativo.
Las autoridades salvadoreñas prevén que la economía del país caiga hasta un 5 % como consecuencia de la pandemia, mientras que 1,3 millones de empleos están en «situación de riesgo», según la Organización Internacional del Trabajo.
EFE