La pandemia del COVID-19 provocó una caída del 18,9 % en las transacciones del mercado eléctrico de América Central y derrumbó hasta en 45,4 % el precio del megavatio/hora, un claro reflejo del cierre de la industria y los servicios en la región que afectará los resultados anuales del sistema integrado tras un 2019 de récords.
En Centroamérica los sistemas eléctricos de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala están conectados a través de la Red de Transmisión Regional y existe el Mercado Eléctrico Regional (MER), cuyas transacciones son administradas por el Ente Operador Regional (EOR).
Los países compran y venden energía entre sí a través de agentes autorizados en el MER, que negoció en el 2019 la cifra récord de 3.073,92 gigavatios/hora (GWh), un 13,7 % más que en 2018.
Pero la crisis del COVID-19 produjo una caída del 18,9 % en las transacciones entre la tercera semana de marzo y la primera de mayo, en relación con igual período de 2019, según datos del EOR.
Las transacciones «venía creciendo» a inicios del año «pero después del 17 de marzo, cuando comenzó el efecto de las medidas (para frenar el COVID-19) van decreciendo», dijo a EFE el director ejecutivo del EOR, René González.
Las estadísticas del OER muestran que entre el 1 de enero y el 6 de mayo se transaron 1.054,9 GW/h en el MER, más que los 1.052,8 GW/h del 2019, lo que evidencia «que hay una compensación» por el buen desempeño en los primeros meses «con los últimos dos, que han sido duros por el efecto de la pandemia», dijo González.
El ingeniero nicaragüense señaló que «muy probablemente» comience haber signos de recuperación «a inicios del invierno», es decir, de mediados de año en adelante, ya que las cuarentenas están durando entre 3 y tres meses y medio en el mundo.
«Como resultado de la disminución de las transacciones en el MER, los precios promedios diarios de los nodos de enlace han disminuido un 45,45 %, pasando de 112,79 dólares durante el periodo del 1 de enero al 6 de mayo de 2019, a 61,53 dólares para el mismo periodo pero en 2020», indicó un informe del EOR.
EL SALVADOR Y NICARAGUA: LOS EXTREMOS EN LA CAÍDA DE LA DEMANDA
La caída de las negociaciones en el MER se debe a la bajada en la demanda interna de electricidad de los países del sistema, que fue del 6,2 % (604 GW/h) en promedio entre inicios de marzo y abril.
Esta reducción refleja el impacto de las restricciones y «los países con mayor caída son aquellos donde está más afectada la industria y el comercio», afirmó González.
En El Salvador la contracción ha sido del 12,1 % (140 GW/h), «es decir, la cuarentena ha sido más profunda. El caso de Nicaragua, donde no ha habido inclusive cuarentena, se refleja con una caída de la demanda de apenas 1,9 %», explicó el director del EOR.
Entre inicios de marzo y abril el consumo interno de electricidad se redujo un 8,1 % en Honduras; un 6 % en Guatemala; un 4,9 % en Panamá y un 4,1 % en Costa Rica, de acuerdo con los datos del EOR.
Esta crisis está teniendo lugar en verano que es la época de mayor consumo eléctrico en Centroamérica, y aunque hubiera «en el invierno un crecimiento igual al previsto, con la caída ya registrada se tendría una reducción importante en el consumo» anual.
Además, agregó González, los países se «van a ir normalizando poco a poco», lo que repercutirá en «un decaimiento de la demanda proyectada en el 2020».
Al decaer la demanda de energía, explicó, «decae la productividad, las exportaciones y se producen señales económicas de decrecimiento en la región» centroamericana, cuyo producto interno bruto (PIB) tendrá este 2020 un crecimiento de -3 % según proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
EFE