El crimen ocurrió el pasado 21 de mayo. El alcalde denuncia que no hay Fuerza Pública y desde el año pasado hay la presencia de hombres armados. En este municipio temen volver a la guerra que vivían antes de la firma del acuerdo de paz.

Olga Lucía Hernández fue presidenta de la Junta de Acción Comunal de Puerto Nariño, jurisdicción del municipio de Cumaribo (Vichada) hasta 2019. En ese año renunció a su cargo y se lanzó al Concejo municipal con el aval del Partido Liberal. No resultó elegida, sin embargo, eso no le impidió seguir trabajando por la comunidad campesina e indígena. En Puerto Nariño la recuerda como la persona que siempre estaba gestionando ayudas alimentarias para familias y niños indígenas, y poniendo de manifiesto los problemas de su corregimiento, que está a entre ocho y 10 horas por tierra del casco urbano de Cumaribo, o a entre tres y cuatro horas en lancha por el río Vichada. Hernández fue asesinada el pasado jueves 21 de mayo en su casa, donde un hombre armado ingresó y le disparó.

Este, según Juan Carlos Cordero, alcalde del municipio, es el primer asesinato de un o una líder social que se presenta desde hace unos cinco años en este territorio, es decir, después de la firma del acuerdo de paz entre el Estado y la antigua guerrilla de las Farc. Antes de 2016 en Cumaribo, el municipio más grande Colombia, había presencia de las Farc y del Eln. De hecho, en este municipio se reportan 18.420 víctimas de desplazamiento forzado, es decir, el 40% de su población actual. Sin embargo, “después del Acuerdo de Paz el orden público estuvo realmente calmado, la gente dejó los cultivos ilícitos, pero desde el año anterior se menciona que los grupos armados ilegales están cogiendo fuerza, que otra vez está la coca, el narcotráfico”, dice el alcalde.

Esto era precisamente lo que le preocupaba a Olga Lucía Hernández, quien se había acercado donde le personero municipal Oswaldo Galvis para alertar sobre la presencia se actores armados y sobre lo vulnerable que se sentía por su condición de líder social. “Nunca conocí una denuncia formal, pero se tenía información sobre la vulnerabilidad de la señora y se hizo saber ante el consejo de seguridad antes de su asesinato”, puntualizó Galvis.

El alcalde dice que esta situación termina por confirmar las solicitudes de protección que él ha venido haciendo ante la Policía y el Ejército en la región, así como ante el Ministerio de Defensa. “Yo hice un llamado en días anteriores, previo a esto, al señor ministro de Defensa. Solicité al ministro que hiciéramos un consejo de seguridad porque me preocupa, yo hace ocho días vengo de una ruta por el río Vichada donde no vi ninguna presencia armada de ningún tipo, y si no hay presencia, otro se ubica. Cumaribo tiene casi 65.000 km2, más del 60% del territorio del Vichada”, manifestó el mandatario. Esto es preocupante porque casi la totalidad del municipio es zona rural. Hay 19 inspecciones y 46 resguardos indígenas.

Puerto Nariño es frontera con Venezuela. Solo los divide el río Orinoco. Según el personero Galvis, en esa zona “hay presencia de disidencias de las Farc y de la guerrilla del Eln. Cuando hay presencia de la Fuerza Pública, estos grupos se refugian en Venezuela, porque solo tienen que cruzar el río”.

Tomado de El Espectador

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