Ginebra, 27 de mayo.- Autoridades de ocho estados de EEUU están utilizando la crisis del coronavirus para impedir o dificultar el acceso al aborto, denunciaron hoy expertos del Grupo de Trabajo de la Discriminación contra Mujeres y Niñas de la ONU.
El foco se coloca sobre los conservadores estados de Texas, Oklahoma, Alabama, Iowa, Ohio, Arkansas, Luisiana y Tennessee que, según los expertos internacionales, han utilizado las órdenes para suspender procedimientos no necesarios para suspender abortos, que tienen un tiempo límite para poder realizarse.
«Lamentamos que los estados mencionados, que tienen una larga historia de prácticas restrictivas contra el aborto, aparentemente estén manipulando la crisis para restringir gravemente los derechos reproductivos de las mujeres», declaró hoy en un comunicado Elizabeth Broderick, vicejefa del grupo de trabajo.
Para ella, lo que está sucediendo no es más que una nueva muestra de los retrocesos y restricciones al derecho al aborto legal que está viviendo Estados Unidos, un patrón que varios estados continuarán siguiendo «si no hay voluntad política clara de revertir» estas tendencias.
Limitando su acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, las autoridades «ponen a las mujeres en riesgo y exacerban las desigualdades sistémicas», además de obligarlas a desplazarse a otros estados, lo que les obliga a incumplir las recomendaciones de restringir la movilidad.
Broderick recuerda que el aborto y la información sobre anticonceptivos forman parte de la atención sanitaria esencial, lo que obliga a mantenerlo en práctica durante la pandemia.
Advierte que restringirlos supone «violar derechos humanos y causar daños irreversibles, en particular a las mujeres con bajos ingresos y a las que pertenecen a minorías raciales y comunidades de inmigrantes».
Además, las medidas son discriminatorias e «impiden a las mujeres ejercer control sobre sus propios cuerpos y vidas», concluye.
EFE