El Gobierno colombiano puso en marcha en tres ciudades del país un plan piloto de la estrategia de Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible (PRASS) para limitar la velocidad de transmisión del coronavirus.
El PRASS se aplicará inicialmente en Cartagena de Indias (Bolívar), Quibdó (Chocó) y Palmira (Valle del Cauca), ciudades que acumulan 5.858 de los 57.046 casos nacionales.
Con esta estrategia se busca identificar, mediante un proceso de búsqueda activa y en el mayor tiempo posible, a los contactos de pacientes con COVID-19 para prevenir la propagación de los contagios.
«Para garantizar que la estrategia funcione debemos rastrear un promedio de 30 contactos por cada caso positivo. Debemos hacerlo rápido e incluir a los que tienen síntomas, incluso antes de que los presenten, y a los que no», explicó el gerente para la Atención Integral de la Pandemia, Luis Guillermo Plata.
El programa, que luego será aplicado en el resto del país, permitirá que Colombia pase de tener a todos sus ciudadanos en confinamiento obligatorio, medida que rige desde el 25 de marzo, a focalizar el aislamiento y las muestras diagnósticas en poblaciones de alto riesgo.
«Se hace la prueba y si da positiva se hace todo el rastreo de contactos, estos se ubican y se les hace un aislamiento preferiblemente en casa», detalló el asesor de la Gerencia, Andrés Villamizar.
Uno de los compromisos del Gobierno es garantizar una habitación en hotel o un albergue para las personas de la red de contactos que no puedan cumplir la cuarentena en sus hogares, además de proveerles manutención y atención de telemedicina.
PRUEBAS FOCALIZADAS
Las pruebas base se practicarán a pacientes sospechosos hospitalizados o en urgencias por cualquier síntoma respiratorio y a aquellos sintomáticos en cualquier otro servicio de salud.
También a grupos vulnerables o con alto riesgo de contagios como el personal de salud, fuerza pública, población inmigrante y carcelaria, y trabajadores de centrales de abastos.
Además, tienen prioridad los contactos cercanos a pacientes positivos y a personas fallecidas por COVID-19 o víctimas mortales sospechosas sin prueba.
«Si uno ve que la persona positiva tuvo contacto con un adulto mayor o una persona hipertensa hay que tener más cuidados. La dificultad para entrar en aislamiento selectivo sostenible también hay que identificarla porque si la persona no puede hacerlo hay que facilitar esas condiciones», explicó Villamizar.
Con esta estrategia Colombia espera identificar 30 contactos por cada caso positivo para luego escoger de estos a quienes le serán practicadas las pruebas, aunque todos deberán permanecer en aislamiento de 14 días incluso si no presentan síntomas.
«PRASS es una estrategia nacional para romper la cadena de transmisión del virus. El rastreo de contactos es un mecanismo absolutamente conocido y de efectividad demostrada para recortar el número de casos de COVID-19», agregó Villamizar.
EN MANOS DE RASTREADORES
Para implementar este plan piloto el Gobierno habilitó dos tipos de rastreo: el manual, que hace el seguimiento de los casos a través de llamadas, y un proceso casa a casa en las regiones de difícil acceso.
«Si yo diera positivo a mí me llaman y me preguntan qué día comenzaron mis síntomas. Si contesto que iniciaron el lunes, entonces yo fui contagioso potencialmente el domingo y el sábado, y el rastreador me va a preguntar con quién estuve esos días. Es una labor un poco de detective», detalló Villamizar.
El funcionario agregó que «en algunos casos y en algunos sitios de Colombia será necesario hacerlo a pie, caminando los barrios y reconstruyendo el recorrido de la persona contagiada».
Los rastreadores, explicó, serán personas de cualquier disciplina, entrenadas previamente para hacer el monitoreo de los contactos y otorgar al posible sospechoso un nivel de riesgo (alto, medio o bajo).
Luego, estos contactos serán remitidos a profesionales de la salud que determinarán si el caso requiere prueba, una visita del equipo de vigilancia o un servicio de urgencia.
LA CLAVE DEL ÉXITO
El primer paso para que el PRASS sea exitoso es fortalecer la capacidad hospitalaria ya instalada en cuanto a vigilancia de salud pública, principalmente en aquellos territorios en los que el sistema es precario.
«Lo que nos permite pasar a la ofensiva contra el virus es esta estrategia. Tenemos una muy corta ventana de oportunidad de tres días para actuar, entonces la alta velocidad de ejecución, la alta cantidad de pruebas y el compromiso ciudadano son las claves para poder cumplir», detalló Villamizar.
Colombia ya tiene experiencia en este tipo de estrategias y es reconocida a nivel mundial por haber sido declarado país libre de sarampión gracias a la ejecución de un plan de rastreo del Instituto Nacional de Salud (INS).
EFE