Al Batallón Pedro Nel Ospina, ubicado en el municipio de Bello, llegaron este sábado los siete militares que aceptaron ante un juez haber violado a una menor indígena de la comunidad embera de Pueblo Rico, departamento de Risaralda.
Los militares fueron trasladados por tierra y al Valle de Aburrá llegaron fuertemente custodiados por miembros del CTI de la Fiscalía, la Policía y el Ejército.
En ese lugar deberán permanecer privados de la libertad en tanto avanza el juicio en su contra que, en la actualidad, está en manos de la justicia ordinaria.
Aunque en el país hay nueve centros de reclusión militar, un juez decidió que el lugar de detención sería ese batallón, separado a 20 minutos de la ciudad de Medellín.
En este caso que ha despertado la indignación nacional, los soldados aceptaron haber cometido el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, seis de ellos en calidad de autores y uno más como cómplice.
Tomado de Caracol Radio