Diez años después, sigue la Comuna 13 de la ciudad de Medellín, bajo el control de las estructuras paramafiosas de la oficina, representada por los “Pesebreros” al mando de alias Carlos Pesebre, quien hace pocas semanas fue capturado y los mal llamados “urabeños”.
Esto sigue generando más desplazamiento forzado intrwpbano, desaparición forzada, homicidios selectivos y masacres; además de un mayor control social, que se refleja en las “vacunas” (extorsiones) el paga diario, las fronteras visibles, las casas de la tortura, entre otras.
Sin embargo, en medio de esta violencia y criminalidad generalizada es necesario reconocer que muchos actores sociales y culturales siguen luchando por sacar adelante la reconstrucción del tejido social que la alianza para-estatal destruyo.
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