El exjefe paramilitar colombiano Salvatore Mancuso, extraditado a Estados Unidos, y el exlíder de la antigua guerrilla de las FARC Rodrigo Londoño hablaron por teléfono por primera vez este jueves en una llamada cordial sobre la verdad del conflicto armado y la necesidad de la justicia transicional.
Mancuso, último jefe de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y Londoño, conocido como «Timochenko» y último líder de las FARC, fueron en sus años de enfrentamiento enemigos a muerte y hablaron hoy en un tono amistoso, como lo describió el exministro y gestor de paz Álvaro Leyva, mediador de la conversación.
Leyva informó que en días pasados les pidió a los dos «que procuraran conversar dado el compromiso de ambos con la paz, con las víctimas y la verdad» y que «en desarrollo de esa iniciativa, en la mañana de hoy, mas precisamente, a las 6:30 (hora local), se comunicaron, vía telefónica».
GESTO DE RECONCILIACIÓN
Londoño, actual jefe del partido político de la FARC, y Mancuso dialogaron sobre la necesidad de que el país conozca toda la verdad sobre el conflicto armado en el actual proceso de justicia trasicional que sigue la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), tribunal creado tras la desmovilización de la guerrilla.
«Coincidieron en la importancia de los derechos de las víctimas y en condenar los intentos de satanización de la JEP (…) de la Comisión de la Verdad, de los comisionados mismos y de su director, el sacerdote jesuita Francisco de Roux», agregó Leyva.
Según un comunicado publicado por el exministro, ambos «estimaron necesario defender la independencia» de la justicia especial que se ocupa de los crímenes cometidos con ocasión del conflicto armado colombiano.
«Los señores Londoño y Mancuso manifestaron su interés en continuar el diálogo iniciado en la mañana de hoy», agregó Leyva al asegurar que ambos autorizaron entregar detalles sobre la conversación a la opinión pública.
Mancuso fue extraditado a Estados Unidos el 13 de mayo de 2008 y condenado en 2015 por la Corte del Distrito de Columbia a 15 años y 10 meses de prisión por narcotráfico.
Su regreso a Colombia estaba programado para marzo pasado, diligencia suspendida por la pandemia del coronavirus.
SOMETIMIENTO Y RECLUTAMIENTO INFANTIL
La llamada entre los dos antagonistas de la guerra en Colombia tiene importantes connotaciones en el país y ocurre en medio de un álgido debate sobre el verdadero compromiso de los exguerrilleros de las FARC con la verdad y la negativa de la JEP de aceptar en la jurisdicción al exjefe de las AUC.
La JEP rechazó en junio pasado el sometimiento de Mancuso quien solicitó acogerse a esa justicia como tercero civil colaborador o financiador del paramilitarismo entre 1989 y 1997, antes de su vinculación a las AUC.
El tribunal argumentó que «no se demostró que las conductas de Mancuso correspondieran a las de un tercero civil financiador o colaborador de un grupo armado ilegal sino, por el contrario, evidencian su participación directa en las hostilidades al ejercer una función continua de combate».
Por su parte, en la última semana varios sectores del país le han exigido a los desmovilizados de las FARC reconocer la verdad sobre el reclutamiento de menores de edad en las filas de la guerrilla.
El viernes pasado la JEP citó a 14 exjefes de la guerrilla de las FARC, incluido Rodrigo Londoño, para que den su versión en el proceso que les sigue ese tribunal por reclutamiento y utilización de niños en el conflicto armado.
La FARC siempre ha negado que la guerrilla haya reclutado menores e incluso varios miembros del partido político creado tras su desarme manifestaron esta semana que quienes se unieron a ese grupo armado siendo menores de edad lo hicieron «de forma voluntaria» y no fueron reclutados forzosamente, lo que generó fuertes críticas.
El propio presidente Iván Duque se pronunció el lunes contra de esas declaraciones y aseguró que «nadie puede pretender ocultar esa verdad ni tampoco tenemos paciencia eterna para esa verdad» porque «ese reclutamiento fue ostensible ante los ojos del pueblo colombiano.
EFE
