Son 80 familias Emberá desplazadas y reubicadas las beneficiadas con toneladas de alimentos y elementos de aseo entregados por la Unidad para las Víctimas en Urrao y Andes.
Andes y Urrao
La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas entregó ayuda humanitaria en especie avaluada en 49 millones de pesos a cuatro comunidades indígenas desplazadas años atrás de Chocó que habitan en los municipios antioqueños de Urrao y Andes (Antioquia).
Con varias toneladas de alimentos y kits de aseo se beneficiaron un total de 80 familias. De estas, 46 hogares de la etnia Embera-Chami viven en zona urbana de Urrao, las cuales provienen de las comunidades de La cristalina y La Junta en Quibdó (Chocó), que abandonaron hace más de 7 años por enfrentamientos entre grupos armados ilegales.
Entre tanto, en Andes fueron 34 las familias Embera-Katío favorecidas, 20 de las cuales se encuentran reubicadas desde el año 2014 en la vereda Quebrada Arriba, mientras que otros 14 grupos viven en el resguardo de Dojuró. Estos grupos sufrieron el desplazamiento forzado hace más de 10 años desde el resguardo del Alto Andágueda (Chocó).
Según indicó Wilson córdoba Mena, director de la Unidad para la Reparación a las Víctimas en Antioquia, “con esta sexta ayuda humanitaria que reciben este año, se garantiza la seguridad alimentaria y las condiciones de hábitat a esta población indígena afectada por el conflicto armado y en situación vulnerable”.
Agregó que «desde que sufrieron los desplazamientos, se atiende a estas comunidades en articulación entre el equipo de Asuntos Étnicos de la Unidad para las Víctimas, las alcaldías, la Gobernación de Antioquia y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, mientras se acuerda con las autoridades indígenas su retorno a sitios de origen o su reubicación para restablecer sus derechos».
Además, como primer agente humanitario del país, la Unidad para las Víctimas entregó durante este año ayuda de emergencia a comunidades indígenas confinadas y desplazadas por enfrentamiento entre grupos armados ilegales en otros municipios antioqueños, como Murindó y Urrao.