La Fiscalía, en una acción coordinada con la Armada Nacional y el Ejército Nacional, ubicó el megalaboratorio de producción de droga en el Pacífico Nariñense. Se logró la incautación de más de una tonelada de cocaína.
Las investigaciones adelantadas por la Fiscalía General de la Nación contra las estructuras criminales que se financian del narcotráfico, permitieron identificar un gigantesco complejo de producción de clorhidrato de cocaína en la vereda El Colorado, entre los municipios de Tumaco y Francisco Pizarro (Nariño).
A la zona boscosa, rodeada de manglar, llegaron funcionarios de la Unidad de Investigaciones Especiales del CTI de la Fiscalía, personal de la Armada Nacional y del Ejército Nacional. En el lugar se constató la existencia de ocho estructuras artesanales conectadas entre sí por pasillos de madera, en las que se desarrollaban distintas fases del proceso ilegal, desde la extracción del alcaloide de la hoja de coca y la purificación de la base hasta la conversión a clorhidrato de cocaína.
Adicionalmente, se encontraron generadores de vapor de agua (conocidos como marcianos), equipos de filtración de alta presión sobre carbón activado y sistemas de cristalización (conocidos como serpentines) en pleno funcionamiento. También fue detectado un punto de embarque, a donde llegaban las lachas y eran cargadas con los estupefaciente para llevarlos hacía la costa.
Incautación
En las diligencias se incautaron 1.365 kilogramos de clorhidrato de cocaína, algo más de una tonelada que estaba sin embalar y distribuida en seis canecas plásticas; y 283 kilogramos de hoja de coca macerada en proceso de extracción. De igual manera fueron encontrados 2.725 litros de sustancias como acetona, ACPM, ácido clorhídrico, ácido sulfúrico y soda cáustica; y cerca de dos toneladas de insumos sólidos como bisulfito de sodio, permanganato de potasio y levamisol.
El complejo narcotraficante estaba acondicionado con 11 dispositivos tipo serpentín para cristalizar el alcaloide, 12 hornos, una prensa hidráulica, un compresor, grameras, congeladores, planta eléctrica, moto bomba portable, licuadoras, selladora al vacío y otros elementos utilizados para el procesamiento ilegal.
Las investigaciones, que han contado con el apoyo de la agencia estadounidense DEA, dan cuenta de que el complejo criminal pertenecería al Grupo Armado Organizado Residual (Gaor) Oliver Sinisterra y tenía la capacidad de producir semanalmente dos toneladas de cocaína.
El material probatorio recopilado y 11 marquillas diferentes usadas para diferenciar los bloques de droga son analizados para identificar otras organizaciones que estarían vinculadas a la producción de droga y el destino que tenían los cargamentos.