Río de Janeiro, 27 agosto.- Dos personas murieron y otras seis quedaron heridas este jueves durante una larga jornada de violencia en Río de Janeiro que se produjo tras el intento de una banda de narcotraficantes de tomar los puestos de venta de drogas de un grupo rival y que incluyó la toma como rehenes de dos familias.
De acuerdo con la Policía Militarizada de Río de Janeiro, la secuencia de incidentes violentos comenzó en la noche del miércoles cuando se produjo el intento frustrado de invasión y concluyó en la tarde de este jueves con la liberación de una pareja que era mantenida como rehén y el arresto de cuatro de los secuestradores.
Los hechos ocurrieron en el Complejo de Sao Carlos, un conjunto de favelas en una región céntrica de esta ciudad brasileña, próximo al Sambódromo y que era el blanco del intento de invasión.
De acuerdo con la Policía, un numeroso grupo de pistoleros de una banda rival intentó tomarse los puestos de venta de drogas del grupo que controla el tráfico en el Complejo de Sao Carlos, pero fue impedida por los narcotraficantes que operan en el lugar.
Tras la frustrada invasión y la llegada de la Policía para garantizar la seguridad en la región, los pistoleros iniciaron una aparatosa fuga que provocó varios enfrentamientos e incidentes en las calles vecinas.
Uno de los enfrentamientos, aún en la noche del miércoles, provocó la muerte de una mujer que estaba en un vehículo retenido por un tiroteo y que intentaba proteger a su hijo de los disparos. La víctima fue alcanzada por disparos de fusil en la cabeza y en el abdomen.
Un supuesto narcotraficante murió y otros tres quedaron heridos en un enfrentamiento entre la Policía y varios hombres armados que huían en otro vehículo.
Uno de los pistoleros que estaba en el automóvil consiguió evadirse y, tras atacar a tiros al portero de un edificio invadió en la madrugada una residencia en el vecino barrio de río Comprido, en la que tomó a una familia como rehén.
Una anciana, una mujer y una menor de edad permanecieron retenidas a la fuerza en su propia casa por varias horas por el invasor, que terminó entregándose a la Policía en la mañana del jueves.
Cuando todo parecía superado, un nuevo enfrentamiento se registró a comienzos de la tarde igualmente en el Complejo de Sao Carlos, así como un nuevo incidente con rehenes.
Según la Policía, cuatro hombres invadieron una residencia en el vecino barrio de Catumbi y tomaron como rehenes a una pareja.
Tras verse rodeados por la Policía y solicitar la presencia de la prensa, los cuatro secuestradores se rindieron y fueron detenidos, entre quienes estaba un narcotraficante identificado como Leo Serrote y que fue señalado por las autoridades como el jefe de la banda que intentó la frustrada invasión.
La policía le incautó a los cuatro hombres dos fusiles y dos pistolas.
DISPUTAS ENTRE FACCIONES
Los enfrentamientos entre facciones del narcotráfico para conseguir el control de la venta de drogas en las favelas son comunes en Río de Janeiro y una de las principales causas de la violencia en la ciudad.
Históricamente, las autoridades realizan operativos sorpresa para frenar a los delincuentes en las favelas, acciones que fueron más recurrentes durante las primeras semanas del confinamiento social ordenado por la pandemia del nuevo coronavirus.
No obstante, durante los operativos fueron denunciados abusos policiales que se volvieron cada vez más frecuentes durante el aislamiento de la «cidade maravilhosa» y que provocaron la muerte de menores de edad y civiles inocentes en varias favelas.
Ante los hechos, la Corte Suprema prohibió desde junio la realización de este tipo de operativos, una medida que ha bajado en un 75 % las muertes a manos de agentes del Estado en las barriadas.
Pese a que ha disminuido notoriamente el número de víctimas inocentes con la suspensión de los operativos, las autoridades consideran que la medida está «fortaleciendo» a los delincuentes.
«La seguridad pública es una prioridad pero la actuación de la Policía está restringida por decisión judicial», afirmó el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, al atribuir la violencia de este jueves a la sentencia de la Corte Suprema.
EFE