Asunción, 4 septiembre.- Paraguay se anotó este viernes un nuevo récord de muertes con 25 decesos en 24 horas por la COVID-19, tres más que hace cuatro días, para un acumulado de 398, en momentos en que sus autoridades plantean extender cuarentena en la capital y el departamento Central.
Los casos confirmados totalizaron 20.654 tras los 695 contagios reportados en la fecha, 693 de ellos comunitarios y dos del exterior, de un total de 2.470 muestras procesadas, según el informe diario del Ministerio de Salud.
Un total de 443 pacientes permanecen hospitalizados, de los que 87 están en unidades de cuidados intensivos, mientras que la cifra de recuperados es de 272 para un acumulado de 10.523.
Alto Paraná, departamento fronterizo con Brasil y epicentro de los contagios meses atrás, volvió a liderar este viernes la cifra de muertes (9), seguido por Central (7), Asunción y Caaguazú (3), mientras que Canindeyú, San Pedro y Amambay registraron una defunción.
Ciudad del Este, segunda urbe del país y capital de Alto Paraná, mantiene restricciones de actividad y circulación nocturna, pero es en Asunción y Central, que engloba el conurbano capitalino, donde las autoridades sanitarias centran su atención ante el alarmante aumento de contagios en las últimas semanas.
Por ello, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, anunció en su rueda de prensa virtual de los viernes que recomendará al jefe de Estado, Mario Abdo Benítez, extender por dos semanas más hasta el 20 de septiembre la «cuarentena social» en esas dos áreas, que debe finalizar este domingo.
La medida implica limitaciones a la circulación de personas en horas nocturnas y a la venta de alcohol en ese periodo.
«Estamos entrando en zona de mucho riesgo», indicó el ministro al reiterar que «hay una altísima exigencia» sanitaria con un 80% de ocupación en unidades de cuidados intensivos y 38% en camas de las salas internación regular.
El aumento de contagios desde agosto ha ido en paralelo al de los pacientes internados, con el problema añadido de la precariedad del sistema de salud pública y el insuficiente número de camas de terapia intensiva.
Es por eso que las autoridades del sector insisten en la importancia de los protocolos sanitarios y en la responsabilidad individual para atajar la propagación «fuera de los hospitales.
EFE