San José, 12 septiembre.– La economía de Costa Rica sigue en declive con el desempleo en el 24,4 % y el índice de actividad económica en el -7,4 %, mientras que la gran esperanza es que, a pesar de la curva ascendente de casos de COVID-19, la apertura ampliada de negocios establecida en septiembre rinda resultados en el corto plazo.
Los datos más actualizados del Banco Central muestran que al mes de junio todas las actividades económicas del país están en números negativos, lo que sigue causando un fuerte deterioro en el mercado laboral con el desempleo en la histórica cifra del 24,4 %, el doble que antes de la pandemia.
Al mes de junio del 2020 el sector comercio ha caído un 16 %, el de servicios un 7,8 %, el de manufactura un 7,4 %, el agrícola un 1,3 % y el de construcción un 0,3 %, lo que significa un leve repunte con respecto a mayo cuando había caído un 2,3 %.
En general, el índice de actividad económica se encuentra en el -7,4 %. El pronóstico oficial es que la economía del país sufrirá una caída del 5 % al finalizar el 2020.
«Consecuente con las características de las medidas de contención sanitaria, las mayores reducciones se observaron en los servicios de alojamiento y suministro de comida (59,5 %), transporte y almacenamiento (27,7 %), detalló el Banco Central en su informe de los datos a junio publicado este mes de septiembre.
El déficit fiscal también sigue al alza y se ubicó en el 4,7 % del PIB a julio, casi un punto porcentual más que lo registrado en ese periodo de 2019.
Las proyecciones oficiales indican que el déficit se situará en alrededor del 9 % del PIB al cerrar el año.La crisis económica también se refleja en la inflación que para el mes de agosto fue de 0 % y la acumulada del 0,01 %.
«Los datos reflejan la disminución en el consumo que ha causado la COVID-19, tanto por las medidas de aislamiento social como por el aumento en el desempleo», detalló Herrera.
LA ESPERANZA DE LA REAPERTURA
«Los resultados a julio ratifican lo que desde hace varios meses veníamos manifestando sobre la necesidad de un adecuado balance entre las medidas sanitarias y la apertura de actividades económicas», dijo el director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Carlos Montenegro.
Tras seis meses de pandemia y de cierres intermitentes de las actividades económicas, el Gobierno decidió aplicar en septiembre una apertura más amplia de negocios para paliar la caída de la economía y aliviar el desempleo.
Sin embargo, esto ocurre en un gris panorama sanitario, pues los casos de COVID-19 siguen creciendo y los hospitales están cada vez más cerca de una saturación, con las camas de cuidados intensivos ocupadas en un 72%.
El Gobierno ha hecho un llamado a la población a extremar las medidas preventivas y a los dueños de negocios a aplicar los protocolos sanitarios y velar por que sus clientes los cumplan, pues en caso de una saturación de los servicios de salud las autoridades procederán a cerrar la economía de nuevo.
En Costa Rica prácticamente todos los negocios están abiertos bajo protocolos y límites de aforo, con excepción de los bares, las discotecas y los casinos. La recomendación de realizar teletrabajo sigue vigente, así como la de no romper las burbujas familiares.
Costa Rica vivió los primeros meses de la pandemia con números bajos de transmisión, pero a partir de julio las cifras se fueron deteriorando y para septiembre la curva de casos nuevos sigue en ascenso con más de 1.300 contagios diarios.
Douglas Marín
EFE