La Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC) denunció en la noche de este viernes el asesinato de Oliverio Conejo y de su hija Emy Conejo, en hecho registrados en el resguardo Pueblo Totoroez, en el municipio de Totoró, Cauca.
El crimen habría ocurrido alrededor de las seis de la tarde y las versiones preliminares que se tienen de lo ocurrido indican que las personas habrían sido asesinadas con disparos cuando se movilizaban en un vehículo por el sector conocido como Las Delicias, de una vía conocida como Transversal del Libertador.
Según la ONIC, Conejo era el coordinador de una OPS indígena. “Rechazamos que se sigan apagando las vidas que trabajan por los territorios y la construcción de paz. ¿Hasta cuándo?”, escribió en su cuenta de Twitter el programa Somos Defensores, dedicado a la protección y el registro de los crímenes en contra de los defensores de derechos humanos en el país.
Sobre el asesinato de Conejo y su hija no se conocen mayores detalles. Lo que sí se sabe es que el pasado mes de mayo la Defensoría del Pueblo le envió un documento a Jorge Isaacs Hoyos, comandante de la Tercera División del Ejército que la comunidad había solicitado una “intervención urgente ante las autoridades correspondientes, a fin de proteger la comunidad asentada en el territorio ancestral”.
De acuerdo con el documento de la Defensoría, las personas que habitan ese lugar estaban siendo amenazadas por el conflicto armado entre el Ejército y las disidencias de las Farc y otros actores armados ilegales.
“La Defensoría del Pueblo (…) le solicita a su despacho que (…) se proceda a ordenar a quien corresponda la adopción de medidas preventivas de seguridad y protección para la citada comunidad indígena y de esta manera prevenir o evitar un perjuicio irremediable o la consumación del daño, plasmados en violaciones a los derechos humanos y el derecho internacional humanitarios”, señala la carta enviada por la entidad.
Tomado de El Espectador