Desde la familia de Javier Ordóñez, brutalmente golpeado por miembros de la Policía, hasta líderes de movilizaciones han salido a condenar los actos vandálicos de las dos jornadas oscuras que tuvo el país el pasado miércoles y jueves.
Pero agencias de inteligencia esperaban desde finales de 2019 una tromba criminal de esas dimensiones. De hecho, se tenía información de que en una de las movilizaciones de marzo, que la pandemia dejó congelada, los CAI eran los objetivos.
Sobre el informe de inteligencia revelado por RCN:
— Hugo Acero (@HugoASeguridad) September 12, 2020
Para nadie es un secreto que el ELN mantiene células en Bogotá y en otras ciudades. Debemos estar atentos ya que ese grupo pretende capitalizar las protestas legítimas de la ciudadanía.
Tanto el Gobierno central como la administración de Bogotá, con vocería del secretario de Seguridad, Hugo Acero, le admitieron al diario El Tiempo que en el ataque feroz a estas estructuras públicas hubo organización y sistematicidad. Incluso, células criminales se trasladaron a diferentes sectores de la capital, con elementos incendiarios, para destruir un total de 68 de estas estructuras solo en la ciudad.
«Para nadie es un secreto que el Eln mantiene células en Bogotá y en otras ciudades. Debemos estar atentos ya que ese grupo pretende capitalizar las protestas legítimas de la ciudadanía», señaló Acero.
Miguel Ceballos, alto comisionado de Paz del Gobierno, le aseguró a este diario que “detrás de la destrucción de los CAI en diferentes ciudades hay un claro y premeditado plan de grupos como el Eln y disidencias de las Farc”.
Y entregó documentos incautados tanto al Eln como a las disidencias de ‘Iván Márquez’, en las que anunciaban que trasladarían el conflicto del campo a las ciudades para que ‘el enemigo’ y los medios no invisibilizaran sus acciones de guerra.
“Alias ‘el Mono Jojoy’ ya había anunciado que llevar la guerra a las ciudades era la última fase del plan de las Farc para intentar tomarse el poder. Y ‘Márquez’ solo lo está retomando, con el apoyo de las milicias urbanas del Eln, al mando de alias Ariel”, le explicó al diario El Tiempo un alto oficial de inteligencia.
Y el comisionado Ceballos agregó: Jaime Galvis Rivera, alias Ariel, miembro del Comando Central del Eln, dirige la estrategia conocida como Guerra Regional con Centralidad Urbana. “Se traduce en la vandalización y en la destrucción de la infraestructura de seguridad que protege nuestros barrios y ciudades, como son los CAI”, dijo.
Las autoridades ya trabajan en la judicialización de miembros de estas células y recordaron que varios encapuchados que iniciaron esta ofensiva urbana fueron judicializados en enero pasado, por sus presuntos nexos con la guerrilla del Eln y con las disidencias de las Farc.
Ahora se evalúa si los intentos de trasladar el conflicto a las ciudades se pueden contrarrestar con solo policía y gestores de convivencia.
Tomado de El Tiempo
