Brasilia, 14 septiembre.– El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, juramentará al general del Ejército Eduardo Pazuello como ministro de Salud, cargo que ocupa interinamente desde mayo pasado, cuando la pandemia del coronavirus estaba en pleno auge en el país.
La ceremonia en la que Pazuello, con una larga carrera como militar pero sin experiencia en el área sanitaria, será confirmado al frente de la cartera está prevista para este miércoles en el Palacio presidencial de Planalto, en Brasilia.
«Existe una previsión de toma de posesión para el miércoles», confirmaron a Efe fuentes de la Presidencia de Brasil sin dar más detalles.
Pazuello asumió de manera interina el despacho el pasado 15 de mayo, cuando renunció su antecesor, Nelson Teich, por profundas discrepancias con Bolsonaro sobre el uso de la cloroquina, un antipalúdico que el mandatario defiende como remedio para la COVID-19, pese a no estar comprobada su eficacia para esa enfermedad.
Teich abandonó el cargo apenas un mes después de la destitución de Luiz Henrique Mandetta, quien también chocó con el líder ultraderechista sobre la imposición de medidas de aislamiento social para contener el avance de la pandemia en el país.
Ambos eran médicos. Bolsonaro, uno de los gobernantes más negocionistas sobre el peligro del coronavirus, nombró entonces a Pazuello como ministro interino de Salud y así lo mantuvo los últimos cuatro meses, periodo en el que el país vivió lo peor de la pandemia con un promedio de 1.000 muertes diarias.
La gestión de Pazuello supuso un cambio radical en la estrategia para enfrentar la crisis sanitaria y ha sido objeto de varias polémicas. Con él al frente, el ministro abandonó la defensa acérrima del aislamiento para la población en general y pasó a recomendar el uso de la cloroquina.
También centró sus esfuerzos en reforzar la red pública hospitalaria para permitir a los estados y municipios seguir avanzando en sus procesos de reapertura de la economía, la principal preocupación de Bolsonaro.
La mayor controversia fue cuando, durante unos días de junio, decidió divulgar en los boletines del ministerio solo las cifras diarias del COVID-19 y omitir el acumulado, medida que posteriormente corrigió, obligado por un juez de la Corte Suprema.
Cuando Pazuello asumió internamente el Ministerio de Salud, Brasil registraba un total de 218.223 infectados y 14.817 muertes por COVID-19.
Hoy, cuatro meses después, acumula 132.006 óbitos y 4.345.610 contagiados, según el último boletín oficial.
Aunque en las últimas semanas la pandemia ha desacelerado, los números sitúan a Brasil como el segundo país con mayor número de fallecidos por la enfermedad, solo por detrás de Estados Unidos, y el tercero en número de casos confirmados, superado recientemente por India.
Bolsonaro, que padeció en julio pasado la COVID-19, dolencia que llegó a tildar de «gripecita», ha elogiado en varias ocasiones a Pazuello, cuya gestión al frente del Ministerio de Salud calificó de «excepcional» y «una cosa nunca vista en la historia».
EFE