Washington, 22 septiembre.- EE.UU. superó este martes las 200.000 muertes confirmadas por la COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Pasadas las 11.50 hora local (15.50 GMT), la Universidad Johns Hopkins informó de 200.005 fallecimientos, lo que sigue situando a EE.UU. como el país con más decesos en términos absolutos.
De esta forma, el coronavirus ya ha matado a más personas que el total de estadounidenses que murieron en el campo de batalla durante las últimas cinco guerras: la guerra de Vietnam (1955-1975), la de Corea (1950-1953), la de Irak (2003-2011), la de Afganistán (2001-actualidad) y la del Golfo (1990-1991).
En esas cinco guerras combinadas 86.658 estadounidenses perdieron la vida, según el Servicio de Investigación del Congreso.
Por otro lado, EE.UU. sigue siendo el país con más contagios del mundo con 6.861.211 casos confirmados, después de que el lunes se confirmaran 52.000 nuevos casos, de los cuales 21.800 provenían de Texas que había experimentado retrasos en la entrega de datos, de acuerdo a la Universidad Johns Hopkins.
El domingo se registraron 36.695 nuevos casos, según la misma fuente.
La cifra de muertes -200.005- supone casi una cuarta parte del total mundial, que es de 965.893 fallecidos, y supera con creces a los 137.270 muertos de Brasil, los 88.935 de la India y los 73.697 de México, los siguientes tres países en ese listado.
Además, el balance provisional de fallecidos también supera la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos habrá superado los 258.000 fallecidos y para el 31 de diciembre los 400.000.
EFE