Tegucigalpa, 28 septiembre.- La relajación de la población de Honduras en lo que respecta a las medidas de bioseguridad puede propiciar rebrotes del coronavirus SARS-CoV-2 en el país centroamericano, alertó el científico hondureño Marco Tulio Medina.
«Vamos a tener algunos rebrotes, vamos a tener algún incremento de los casos en los próximos meses de octubre, noviembre, esperamos que no tan grave como el que acabamos de salir», dijo Medina en declaraciones a Efe en Tegucigalpa.
Alertó del peligro que puede suponer para la salud propia y de los demás «reducir» la implementación de las medidas de bioseguridad contra la pandemia.
«Hemos observado que muchas personas en nuestras ciudades no usan mascarilla, se aglomeran y no hacen el distanciamiento apropiado. Ha habido un relajamiento asumiendo que la pandemia está mejor y que ellos no serán afectados, pero la realidad es la que pandemia está latente, el virus está circulando», explicó.
Honduras reporta 2.289 fallecidos por la COVID-19 y 75.109 contagios por su causante, el SARS-CoV-2, luego de seis meses de la confirmación de los primeros dos casos.
El gran reto del país es «transitar y convivir con el virus y convencer a la población hondureña de la necesidad de acompañar el combate de la enfermedad», enfatizó Medina.
APERTURA ECONÓMICA: UN RETO Y UNA NECESIDAD URGENTE
Las autoridades autorizaron la víspera que la mayor parte del país entre este día en la fase dos de la reapertura económica «gradual y progresiva».
Para Medina, reanudar las actividades económicas es «un reto» en Honduras, un país donde su economía es «intermedia baja», el número de personas en pobreza «es enorme» y existe el riesgo de que registre una hambruna o inestabilidad social.
El galeno destacó que la evolución de la pandemia en Honduras alcanzó entre julio y agosto «una meseta» porque permanecía estable tanto por el número de ingresos como por ocupación de las camas en los hospitales.
Pero en los últimos días el número de pacientes hospitalizados ha comenzado a aumentar de nuevo en Honduras, en especial en la capital, producto de la reapertura económica que hoy pasó a segunda fase.
Medina, exdecano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), aseguró que la apertura económica es una «necesidad urgente» en Honduras debido a la «fragilidad de la economía».
«Tenemos una relación muy estrecha, al filo de la espada: por un lado tenemos la pandemia que está todavía activa en nuestro país, y por otro lado, una situación económica en la que el 60 % de la población está en pobreza y requiere del ingreso de dinero para poder subsistir», explicó.
Para avanzar en la reapertura económica, añadió Medina, Honduras requiere una «profunda vigilancia epidemiológica» e implementar estrategias que han tenido éxito en país como Corea del Sur y Singapur, donde las autoridades realizan pruebas de antígeno para dar seguimiento a los casos activos y garantizar su aislamiento.
«Tendríamos que plantear una estrategia apropiada que permita a la economía alumbra su camino, este sistema permitiría tener una visibilidad de lo que está ocurriendo y poder hacer el aislamiento de personas afectadas y permitir con ello que la enfermedad no se incremente», subrayó.
COMBATIR LA COVID-19, UNA ARDUA LABOR
La erradicación del SARS-CoV-2 en Honduras será «una labor bastante ardua», subrayó el especialista, quien aseguró que la solución será la vacuna.
La UNAH y la Secretaría de Salud han venido trabajando junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en algunos tratamientos para mejorar el abordaje de la enfermedad, añadió.
La OMS ha felicitado a Honduras por ser uno de los países que ha apoyado de manera «significativa» el ensayo clínico Solidaridad, señaló Medina.
«Honduras va a tener la apertura (a los ensayos de vacunas), vía la Organización Mundial de la Salud, mediante una participación activa en los procesos de investigación «, explicó.
En su opinión, el país centroamericano, el tercero más afectado en Centroamérica por la pandemia, apostará por una vacunación masiva cuando exista una vacuna contra la COVID-19, con el fin de «regresar a una normalidad».
Sin embargo, Medina indicó que hay que «ser prudentes» en el tipo de vacuna que se utilizará y asegurar primero que se hayan realizado todos los procesos de validación sobre seguridad y efectividad.
Honduras tendrá acceso a la vacuna contra el coronavirus, pero las autoridades deben continuar implementando «medidas de bioseguridad estrictas» para evitar más contagios, destacó el científico hondureño.
EFE