Örebro (Suecia), 6 de febrero de 2025.- El presunto autor del tiroteo en una escuela para adultos en Örebro, ciudad ubicada a unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo, en el que murieron once personas -el agresor incluido-, llevaba tres armas con licencia cuando fue hallado por la policía, confirmaron este jueves las autoridades suecas.

«Tenía licencia para cuatro armas, tres de ellas las tenía consigo cuando lo encontramos», dijo en rueda de prensa Anna Bergqvist, al frente de la investigación policial.

Varios medios, entre ellos la televisión pública SVT, han identificado al tirador como Rickard Andersson, un sueco de 35 años, asocial, con problemas psíquicos, que no terminó el bachillerato y sin ingresos declarados en los últimos años.

Bergqvist señaló que la Policía cree saber quién es el tirador, pero que no confirmará su identidad hasta estar del todo seguros, y reiteró que no era conocido por las autoridades y que la hipótesis es que actuó solo, aunque sigue sin estar claro el motivo.

Según el tabloide Aftonbladet, que cita documentación oficial, el joven fue alumno del Campus Risbergska, la escuela objeto del tiroteo, aunque la Policía aseguró que aún no puede confirmar esa información.

La Policía recibió el aviso del tiroteo hacia las 12.33 del martes y, pocos minutos después, se desplazaron varios agentes -hasta 130 participaron en el operativo-, que fueron recibidos con disparos del agresor, a los que no respondieron, reveló en la misma comparecencia el jefe policial de la provincia de Örebro, Lars Wirén.

Wirén calificó el escenario encontrado por los agentes de «infierno», con «muertos, heridos, gritos», humo, «una situación caótica con gente que corría y salía y entraba de los locales», lo que hizo que los agentes no estuviesen seguros de si había más tiradores, un escenario complicado por el tamaño del complejo educativo (17.000 metros cuadrados).

«Después de cerca de una hora, se interrumpió la fase más urgente del operativo al encontrar muerto al sospechoso con varias armas», afirmó Wirén, quien reveló que tenía consigo mucha munición sin disparar.

Las autoridades suecas ya habían informado el miércoles de que creen que el supuesto tirador se suicidó.

Según la versión de Aftonbladet, Andersson llevaba las armas en un estuche para guitarra, se metió en el baño de la escuela para cambiar su ropa por un uniforme militar y empezar a disparar luego, aunque ninguna de estas informaciones ha sido confirmada por la Policía.

El Campus Risbergska permanecerá cerrado el resto de la semana, aunque las otras escuelas municipales funcionan con normalidad, mientras las autoridades locales han habilitado líneas telefónicas y varios centros para quienes necesiten apoyo psicológico.

«Todos estamos horrorizados y conmocionados. Esto ha pasado en muchos lugares del mundo y ahora ocurre aquí. Debemos intentar comprender este crimen», afirmó ayer al visitar la escuela y hacer una ofrenda floral el rey Carlos XVI Gustavo, acompañado por su esposa, la reina Silvia, y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson.

EFE

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