La alerta es clara: la ocupación de las camas de unidades de cuidados intensivos (UCI), destinadas para pacientes con COVID-19 en Bogotá, llegaron al 70 % de ocupación, por lo que en los próximos días es seguro que se pase el umbral que lleve a la Alcaldía a tomar medidas más restrictivas de confinamiento.
La solución para el Distrito está en la entrega de nuevos ventiladores a la ciudad que permitan habilitar más UCI para estos pacientes, pues pese a que la meta de la Alcaldía era tener para la fecha más de 2 mil camas especializadas para atender a los contagiados, hoy solo hay 911, de las cuales 640 están ocupadas, tanto por casos confirmados como por sospechosos de tener el virus.
La situación es tan apremiante para la alcaldesa Claudia López, que le hizo un llamado al Gobierno Nacional, en el que asegura que de no garantizar la entrega de 200 nuevos ventiladores para esta semana y 300 más para los próximos 15 días tendrá que adelantarse a los hechos y volver a una cuarentena más estricta desde ya.
Las cifras sustentan el llamado de la mandataria, pues desde que se inició la paulatina reactivación económica el número de contagios detectados por día ha aumentado significativamente. Antes del 29 de mayo se estaban registrando en promedio entre 150 y 200 nuevos casos, pero luego de ello la cifra subió a 300 y 400 por día, al punto de que el pasado 24 de junio se registraron 1.569 pruebas positivas para covid-19.
En cuanto a las intervenciones focalizadas, la alcaldesa asegura que han funcionado en dos de cada tres UPZ en las que se ha trabajado, pero insiste en que más allá de que la ciudadanía sea juiciosa acatando las normas, como el uso de tapabocas, es necesario un nuevo cierre general para evitar el colapso del sistema de salud.
Ya se han tomado medidas. Además de las restricciones en las zonas donde se registran las más altas tasas de contagio, este fin de semana se cerraron tres estaciones de Transmilenio y se solicitó al Distrito mantener los siguientes días sin IVA, pero exclusivamente para compras por internet.
En respuesta, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, indicó que han cumplido con sus compromisos de entrega que corresponden a 130 ventiladores, que entregaron la semana pasada: 250 que llegarán en julio y 45 que estarían en la ciudad en agosto, por lo que la invitó a hacer una revisión con el comité asesor.
Sobre el anuncio ha habido diversas posturas. Mientras que algunos políticos han apoyado la propuesta de Claudia López, gremios como Fenalco ven con preocupación un nuevo confinamiento. “Con una cuarentena estricta, lo que sigue es que más personas se van a quedar sin trabajo y vamos a ver más hambre, con todo lo que eso implica. No podemos permitir que riña la economía y la salud. Hay que seguir aplicando todos los protocolos, porque si nos volvemos a guardar, habrá muchos efectos colaterales. La economía debe continuar o nos vamos a morir de hambre. No podemos resguardarnos de por vida porque no se ve una vacuna u otra solución a corto plazo”, indicó Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá.
Por su parte, Luis Jorge Hernández, coordinador del Área de Salud Pública de la Universidad de los Andes, señaló que solo la cuarentena no va a resolver el problema, pues pese a que se tuvieron tres meses para cumplir con el objetivo de camas, esto no se logró, por lo que se deben buscar estrategias combinadas con medidas focalizadas, cultura ciudadana y más camas UCI.
“Debe haber una sala situacional de salud, con expertos, para monitorear los casos y factores de riesgo; cuarentenas focalizadas, porque la ciudad no se puede manejar como un todo; testeos masivos a poblaciones en calle, como conductores y usuarios de transporte público, vendedores informales, personal de seguridad y aseo, entre otros, y es necesaria la distribución masiva y gratuita de tapabocas”, dijo Hernández.
Por lo pronto está claro que nuevas medidas se tendrán que tomar en Bogotá, ya sea porque el Gobierno entregue los ventiladores que se requieren o porque se tenga que entrar a una cuarentena más estricta, pues en ambos casos se requieren más datos con respecto al lugar en que están muriendo las personas contagiadas (casa, hospital o UCI) y de los nueve indicadores que propuso el Ministerio de Salud al comienzo de la cuarentena, para establecer medidas más estrictas.
Asimismo, se necesita mayor claridad con respecto al total de camas tanto para casos positivos como para otras enfermedades, así como las evaluaciones que se están haciendo a los casos sospechosos, pues tan solo 145 de los cerca de 640 que se encuentran en UCI son contagiados confirmados.
Restará esperar qué ocurre el resto de esta semana, pues los casos siguen en aumento y la urgencia sigue siendo mantener la capacidad de atención y el control ante eventos que puedan disparar la tasa de contagio y, por consiguiente, la llegada del pico de la pandemia.
Tomado de El Espectador