Luego de aceptar cargos de manera parcial por delitos como concierto para delinquir y hurtos calificados y agravados, la Fiscalía General de la Nación obtuvo medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de Jhon Jairo Álvarez Vásquez, Kelly Daniela Sánchez Gómez, Zulma Tatiana Restrepo Echeverri, presunta cabecilla de la banda; Paula Andrea Gómez Colorado, María Antonia Jiménez Rodríguez, Janeth Gómez Colorado, Sandra Patricia Ríos Palomeque, Marly Johana Giraldo Valencia, Weimar Arbey Aguirre Hernández y Hamilton Salazar Ortiz.
En la misma decisión, el Juzgado 35 Penal Municipal de Medellín, con funciones de control de garantías, concedió el beneficio de la detención domiciliaria a Carlos Alberto Buitrago Valencia, Nayive Sepúlveda Hernández, Regina Vásquez de Chaverra, Aleida María Porras Ramos y Óscar Alejandro Uribe López, quienes también se allanaron parcialmente a cargos.
De acuerdo con la investigación adelantada por un fiscal seccional de la Estructura de Apoyo y la Policía Nacional, estas 15 personas conformaban una organización delincuencial que sustraía mercancías en almacenes de cadena de Medellín, el Valle de Aburrá, la Costa Atlántica y varios departamentos del Eje Cafetero, mediante el llamado «hurto hormiga».
Para apropiarse de los productos usaban bolsas forradas con papel aluminio que anulan los sistemas electrónicos de seguridad. En otras ocasiones despojaban a las mercancías de sus pines de seguridad y las sacaban en fajas plásticas adheridas al cuerpo. Los productos preferidos por los delincuentes eran licores, alimentos y ropa de diferentes marcas.
Los investigadores establecieron que la organización operaba especialmente de jueves a domingo y que sus miembros utilizaban cédulas falsas para entorpecer las acciones de las autoridades cuando eran capturados en flagrancia.
Se determinó también que los productos hurtados por fuera del departamento de Antioquia eran enviados a Medellín por encomiendas terrestres, donde eran comercializados por otros integrantes de la banda.