A penas que oscilan entre los 48 y los 106 meses de prisión fueron sentenciados 11 integrantes de una organización criminal conocida como la Banda de La Camila, dedicada a la extorsión, el tráfico de estupefacientes y el desplazamiento forzado.
Con la decisión fueron cobijados José Arley Hidalgo Correa, alias Perrero; Jeferson Zapata Pérez, alias Higuita o Yayis; Juan David Isaza Bedoya, alias el Flaco; Manuel Ángel David Arango; Sergio Alexánder Campo Monroy; Brahian Stiven Uribe Morales, alias Galindo; Jorge Eliécer Gallego Rueda, alias Negro; Kevin David Osorio García, alias Coco o Coquito; Luis Fernando Vásquez Mazo, alias Negro Luis; y los hermanos Eduar Andrey y Cristian Camilo Gutiérrez, alias Cojo y Juan, respectivamente.
Una investigación adelantada por la Fiscalía General de la Nación con el apoyo del Gaula de la Policía Nacional permitió establecer que la estructura venía delinquiendo desde diciembre del año 2016 en los barrios La Camila, Fontidueño, La Mina, Alcalá, Estación Primera, Las Vegas, Los Ciruelos y Cinco Estrellas, todos ubicados en el oriente del municipio de Bello (Antioquia).
Todos los procesados llegaron a un acuerdo judicial con la Fiscalía y aceptaron cargos por el delito de concierto para delinquir y algunos también aceptaron su responsabilidad en el punible de extorsión.
Los investigadores determinaron que los sentenciados se dedicaban al microtráfico, la extorsión a tenderos y transportadores, y al desplazamiento forzado de personas que no acataban las órdenes de la banda.
También cobraban extorsiones a propietarios de lotes que deseaban construir y a los dueños de viviendas que optaban por hacer mejoras.
La banda La Camila depende jerárquicamente de la Organización Integrada al Narcotráfico (Odín) Los Chatas, que tiene injerencia en varios municipios de norte de Valle de Aburrá.
La noche del 19 de diciembre de 2019, Roger Stiven Jiménez Flórez, alias Ruso, cabecilla de la banda La Camila y quien estaba sentenciado a 16 años y 8 meses de prisión por tentativa de homicidio contra una menor de edad, se fugó de la Estación de Policía del barrio Belén de Medellín.
Por esa fuga tienen medida de aseguramiento domiciliaria un intendente y un patrullero, quienes habrían recibido dinero del delincuente para facilitar su escape.
