Asunción, 1 de julio del 2023 – El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, señaló este sábado como el objetivo «principal y más preciado» de su Administración que concluye el próximo 15 de agosto el consolidar la democracia en su país, instituida en 1989 después de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
En la presentación de su informe de gestión ante el nuevo Congreso que hoy inauguró la legislatura 2023-2028, Abdo Benítez desgranó los avances y retos que encaró en estos cinco años de Gobierno, que describió como los «más difíciles» para un presidente en Paraguay, después de las guerras de la Triple Alianza (1864-1870) y del Chaco (1932-1935).
«El objetivo principal y más preciado de esta administración, consolidar la democracia, ha tenido un año más de éxito», afirmó el mandatario, que se dirigió de forma virtual a los diputados y senadores.
El mensaje fue seguido de forma presencial en el Congreso por el presidente de ese poder, el senador Silvio Ovelar, y el titular de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, entre otros legisladores que este viernes juraron al cargo.
El gobernante, quien es hijo de quien fue el secretario privado de Stroessner, Mario Abdo Benítez, consideró como su «gran obsesión» fortalecer la institucionalidad y defendió que, tras un año más de mandato, los hechos revelan «un transparente compromiso republicano con el imperio de la ley».
«La prueba más relevante es que se discute legítimamente sobre logros y materias pendientes del Gobierno. Sin embargo, no se habla de concentración del poder, quiebre institucional o intromisión en la justicia», alegó.
DESAFÍOS
Con un tono de despedida, enfatizó en su mensaje que uno de los «grandes desafíos» para la democracia paraguaya tiene que ver con la creación de mecanismos «para la generación de acuerdos en épocas de crisis y tensiones en las que resulta difícil contrarrestar las tendencias rupturistas».
El mandatario afrontó en 2021 un intento de juicio político que no prosperó en el Congreso y fue impulsado por la oposición después de una serie de protestas por la gestión de la pandemia y la falta de insumos en el sistema público de salud.
«A esa tarea deben ser llamados todos quienes hemos servido a la patria desde la Presidencia de la República», planteó el jefe de Estado, y consideró que quienes hayan liderado el Ejecutivo debe «ponerse por encima del conflicto electoral de coyuntura, y contribuir, con moderación y equidistancia, al entendimiento y diálogo fluido entre los actores políticos y sociales».
Opinó que «instituir un espacio para templar la polarización extrema» es el siguiente desafío de la democracia en su país, para lo cual no consideró necesaria una reforma constitucional.
«Paraguay necesita que sus expresidentes sean expresidentes y busquen condensar los grandes intereses nacionales. Que se entienda que traspasar el poder no debería suponer un problema. Que nadie está por encima de la ley», sentenció.
En ese sentido, anticipó que entregará «sin episodios inquietantes para la continuidad institucional» el mando tras unas elecciones que aseguró lo han tenido «como uno de sus garantes».
LOGROS
Entre los avances, mencionó que organismos internacionales señalan a Paraguay como el país que tendrá este año «el mayor crecimiento económico en Sudamérica», luego de que registrara «la menor caída económica» en la región durante la pandemia y tras superar «fenómenos de distinta naturaleza».
Además, resaltó que Paraguay superó la evaluación del Grupo de Acción Financiera de América Latina (Gafilat) sobre la lucha contra lavado de dinero, lo que evitó que ingresara en la denominada «lista gris» de países no cooperantes.
También mencionó obras como la «Ruta Bioceánica», un proyecto carretero que conectará el puerto brasileño de Santos, en el océano Atlántico, con dos terminales chilenas del Pacífico (Antofagasta e Iquique), a través de territorio paraguayo y argentino.
Asimismo, la construcción de viviendas para las familias de menores ingresos, el asfaltado de rutas y la construcción, «después de 40 años», de dos nuevos hospitales, entre otros.
Abdo Benítez habló desde el Palacio de López, sede del Ejecutivo, a donde llegó junto a la primera dama, Silvana López Moreira, y estuvo acompañado por sus ministros.
Laura Barros
EFE