Medellín (Colombia), 11 diciembre.- Un grupo de 32 mujeres excombatientes de la guerrilla de las FARC abrió este viernes en Medellín un mercado con productos fabricados por desmovilizados en distintas zonas del país como parte del proceso de reincorporación que realizan tras la firma del acuerdo de paz.
La Miel de la Montaña de Anorí (Antioquia), el Café La Esperanza del municipio de Buenos Aires (Cauca), la cerveza artesanal La Roja de Icononzo (Tolima) y el aceite Sacha Inchi de Filipinas de Arauca (Arauca) son algunos productos que empezaron a ser comercializados en el «Mercado de Mujeres Construyendo Paz» para impulsar los emprendimientos que nacieron en los antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR).
«Es muy importante este minimercado porque surgió con un enfoque comunitario», dijo a Efe Zulma Milena Giraldo, de 38 años, quien considera que este proyecto abre las puertas de una nueva vida a las mujeres que vienen de la selva.
Este mercado abierto en la casa de reincorporación del barrio Belén, con el respaldo de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Cooperativa Multiactiva Tejiendo Paz (Cotepaz), fue calificado por la excombatiente como un «avance» tras la firma de los acuerdos pese a «tanto incumplimiento del Estado» y al dolor por el asesinato de compañeros.
«Es complejo porque nos han asesinado muchos reincorporados y líderes sociales que están luchando por un cambio», comentó la ahora emprendedora.
CONECTAR CON LA COMUNIDAD
Giraldo, que llegó con tan sólo 15 años a la guerrilla, indicó que en este proyecto de mujeres buscan incluir a la comunidad porque «para nosotros la sociedad nunca se deslindó de nosotros».
Ese aspecto lo destacó durante el acto de presentación el jefe regional de Antioquia de la Misión de Verificación de la ONU, Francesc Claret, quien considera el mercado como un espacio para conectar con el entorno, además de reflejar el cumplimiento de los compromisos de género consignados en el acuerdo de paz.
«Es un ejemplo de sostenibilidad económica y reconciliación porque está en un barrio en medio de la ciudad de Medellín conectando con la gente», apostilló Claret.
Agregó que este proyecto productivo demuestra que cuando todos trabajan conjuntamente y tienen un objetivo claro, «se pueden hacer maravillosas cosas».
Según la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, en Medellín se encuentran cerca de 500 personas en proceso de reincorporación junto a sus familias, razón por la cual se conformó una nueva área de reincorporación allí, donde las mujeres tienen un rol fundamental.
GESTO DE RECONCILIACIÓN
Durante el evento de presentación, además de intervenciones culturales y de mostrar los productos que empezaron a ser vendidos por mujeres en proceso de reincorporación, la mayoría de ellas cabeza de familia, la exguerrillera Dany Luz González subrayó que este espacio fue abierto en apoyo a esos firmantes de la paz y en «memoria de los 245 reincorporados que hoy no están con nosotros».
También hubo espacio para la reconciliación con la entrega de productos cultivados y fabricados por antiguos miembros de las FARC a representantes de organizaciones de víctimas, quienes vieron con «buenos ojos» crear lazos de género y abrir las puertas de la ciudad. «Esta iniciativa muestra que sí podemos vivir juntos desde la diferencia y que hay que cortar con las cadenas de violencia», expresó a Efe Luz Amparo Mejía, representante del movimiento Madres de la Candelaria.