Naciones Unidas, 13 de marzo de 2023.- Activistas y organizaciones no gubernamentales reclamaron este lunes al Consejo de Seguridad de la ONU medidas contra la junta militar que gobierna Birmania, a la que acusan de graves abusos de los derechos humanos.
Los miembros del Consejo de Seguridad, muy divididos, tardaron casi dos años en pactar una primera resolución sobre el golpe de Estado en Birmania, un texto en el que exigieron el fin de la violencia y la liberación de presos políticos, pero en el que no se impusieron sanciones ni ningún tipo de castigo contra el régimen.
«La junta birmana ha demostrado que es inmune a las declaraciones de condena o preocupación», señaló este lunes en un comunicado Louis Charbonneau, director para Naciones Unidas de Human Rights Watch (HRW), quien reclamó «una nueva resolución que imponga medidas contundentes como un embargo de armas y sanciones dirigidas contra altos cargos militares y empresas vinculadas al Ejército».
La ONG hizo ese llamamiento con motivo de una reunión a puerta cerrada que el Consejo de Seguridad tiene prevista para este lunes sobre la situación en Birmania.
Por ahora, no se espera que de esta cita salga ningún tipo de medida sobre la situación en el país, sobre todo por la oposición de China y Rusia -que en la resolución de diciembre se abstuvieron, pero que tiene poder para vetar cualquier acción- a actuar contra las autoridades birmanas.
Coincidiendo con esa sesión y con las reuniones anuales de la Comisión de la Mujer de la ONU, activistas birmanas también pidieron este lunes al Consejo que tome medidas contra los militares, entre otras cosas, denunciando los presuntos crímenes que están cometiendo ante la Corte Penal Internacional (CPI) y declarando a la junta como una organización terrorista.
«La actual campaña de terror que usa el Ejército de Birmania tiene el objetivo estratégico de forzar a la gente a someterse a los militares y que toda la población sufra por sus actos tiránicos», dijo en una conferencia de prensa May Sabe Phuy, representante de una organización de mujeres que lucha contra la dictadura.
En la misma línea, Naw Hser Hser, de la Liga de Mujeres de Birmania, acusó al Gobierno golpista de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio por sus ataques contra minorías étnicas, grupos opositores y organizaciones ciudadanas, y denunció la detención de miles de personas por sus acciones en favor de la democracia.
El golpe de Estado perpetrado por el Ejército el 1 de febrero de 2021 ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica y ha abierto una espiral de violencia al aparecer nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
Al menos 3.120 personas han muerto por la brutal represión ejercida por parte de las fuerzas de seguridad, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos y desarmados, y más de 16.400 permanecen detenidas, según los últimos datos de la ONG birmana Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.
EFE
