México, 17 septiembre.- Los sectores de aerolíneas, aeropuertos y hotelería de México, que han sido severamente afectados por la pandemia de COVID-19, tendrán «poca mejoría» en 2021, aseguró este jueves la agencia financiera Moody’s en un comunicado.
Sin embargo, otros sectores «enfocados al consumo, incluyendo alimentos empacados y telecomunicaciones, verán una recuperación gradual».
«El PIB real de México caerá alrededor de 10,0 % en 2020 antes de recuperarse a un crecimiento de 3,7 % en 2021», apuntó en el boletín el vicepresidente y analista senior de la financiera, Alonso Sánchez.
El Gobierno mexicano, en su paquete económico 2021, pronosticó un crecimiento del 4,6 % en 2021 y contempla un decrecimiento del orden del 8 % al cierre del año en curso.
Sánchez señaló también que «muchas compañías incrementaron su deuda y protegieron sus niveles de liquidez al reducir inversiones de capital, pagos de dividendos y gastos en general».
El sector del turismo en México no volverá a la actividad registrada previo a la pandemia sino hasta 2023, recoge el boletín, debido a que su total recuperación dependerá de que los consumidores se sientan cómodos viajando.
Ese cálculo coincide con el proyectado por el secretario de Turismo del Gobierno mexicano, Miguel Torruco, quien estima que la industria turística, que representa el 8,7 % del PIB, no se recuperará del todo hasta 2023.
«Eso seguramente no ocurrirá hasta que se encuentren ampliamente disponibles vacunas y tratamientos efectivos», opinó la analista senior de Moody’s Sandra Beltrán.
«Playa Resorts Holding, Grupo Posadas y otros hoteleros con operaciones de playa enfrentarán un lenta recuperación al considerar que están sujetos al turismo internacional y a un brote que todavía no ha sido contenido», agregó.
La agencia calificadora advirtió también sobre los riesgos que corren las dos empresas energéticas estatales, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El riesgo de liquidez se mantendrá elevado para Pemex en tiempos en los que cae su producción, existe una menor demanda de combustibles y enfrenta importantes vencimientos de deuda, detalla Moody’s.
Asimismo, la crisis y los cambios en la política energética estresan la calidad crediticia de CFE, que es el principal transmisor y distribuidor de energía del país.
EFE