Adís Abeba, 12 mayo de 2025.– Los fenómenos meteorológicos extremos y del cambio climático castigaron «severamente» a África en 2024 y trastornaron su desarrollo socioeconómico exacerbando el hambre, la inseguridad y los desplazamientos, informó este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU.
La OMM llegó a esa conclusión en su «Informe sobre el estado del clima en África en 2024», presentado en la capital de Etiopía, Adís Abeba.
Según el documento, el año pasado fue el más cálido o el segundo más cálido del que se tiene constancia -en función del conjunto de datos empleado-, y la última década ha sido la más cálida jamás registrada en África.
Asimismo, las temperaturas de la superficie del mar alrededor del conjunto del continente batieron récords, y el calentamiento fue particularmente rápido en el océano Atlántico y el mar Mediterráneo.
De acuerdo con el informe, la superficie afectada por olas de calor marinas fue la más amplia desde que comenzaron las mediciones en 1993.
Lluvias excepcionalmente intensas e inundaciones devastadoras azotaron en 2024 a diversas zonas de África, «causando numerosas muertes, desplazamientos y daños a la infraestructura», subrayó la OMM.
En África occidental y central, las lluvias torrenciales afectaron a millones de personas, siendo Nigeria, Níger, Chad, Camerún y la República Centroafricana los países más golpeados.
Dos fenómenos, el Niño de 2023 y el Dipolo del océano Índico del mismo año, ambas extendidos hasta principios de 2024, desempeñaron un papel importante en los patrones climáticos extremos observados en 2024 en el continente.
Así, la sequía prolongada en África austral provocó «pérdidas generalizadas de cosechas, inseguridad alimentaria e importantes desafíos humanitarios y ambientales», destacó la agencia de la ONU.
Los niveles muy bajos de agua en el lago Kariba, el lago artificial más grande del mundo, provocaron graves cortes de electricidad en Zambia y Zimbabue, lo que redujo drásticamente la generación de energía hidroeléctrica, desencadenó apagones prolongados y perturbaciones económicas.
El informe evidencia «las realidades derivadas del cambio climático en todo el continente, su agravamiento y la urgencia con la que debe actuarse al respecto», afirmó la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
«También muestra la clara distribución de los fenómenos meteorológicos extremos, según la cual algunos países lidian con inundaciones excepcionales fruto de lluvias excesivas mientras que otros soportan pertinaces episodios de sequía y escasez de agua», agregó Saulo.
Pese a estos desafíos, la inteligencia artificial, las herramientas de comunicación móvil y los modelos avanzados de predicción meteorológica están potenciando la exactitud y el alcance de los servicios meteorológicos en África, según la OMM.
Sin embargo, matizó, para que la transformación digital siga avanzando se requiere «una mayor inversión en infraestructura, marcos más sólidos de intercambio de datos y una prestación de servicios más inclusiva».
La agencia de la ONU concluyó que «hay que ser más conscientes de la urgencia de la situación para mejorar los sistemas de alerta temprana y potenciar la resiliencia y la adaptación climáticas», e instó a los gobiernos y al sector privado a acelerar las «inversiones racionales desde un punto de vista climático».
EFE