En un panfleto que circula por redes sociales, y también en forma física, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC o Clan del Golfo, advierten a la comunidad residente en el corregimiento El Guáimaro, de Tarazá, Antioquia, que ya se encuentran en la región y que dentro de poco “sacarán” a los miembros de los Caparros.
“Este comunicado que hoy les hacemos llegar es con el fin, mi gente guaimarista, que no queremos ver más derramamientos de sangre, donde mueran personas inocentes, como lo ocurrido el 17 de enero, donde esos hijos de perras de los Caparros los dejaron solos. Y aún quieren seguir allí humillando al campesino y a los ganaderos con sus putas vacunas. Mi gente linda no permitan que esos hptas sapos y colaboradores de los Caparros acaben con la comunidad. Nosotros queremos protegerlos de estos bandidos hijo de perra”, explican los autores del escrito ilegal.
En el escrito se hace mención a varios alias, que estarían, según el panfleto, trabajando para los Caparros: “Únanse a nuestra organización, que acá les perdonamos la vida. De lo contrario, ya están advertidos. Y son los siguientes sapos y colaboradores de los Caparros: el líder Juan, la Flaca, el hijo de Víctor, la otra enfermera, el hijo de David Negrete, el sapo de la Cocan John Arango, John Mario, el hp manco, Óscar y Mario el vendedor de vicio, los hermanitos Nando y John Jairo, Verónica, Brayan, alias Guerrillo, Camila, María Facunda y el hermano, el famoso Pinta Mala, Gavilán y su hija Neida. Y todos los que sean sapos de esos hp Caparros, que ya sabemos que la ley los está respaldando”.
“Estamos aquí y sé que sí vamos a poder sacar todas estas ratas hijueputas (Caparros), así la ley esté de por medio. A todos los mencionados les hacemos la invitación, si no, sus días están contados aquí en el Guáimaro. Les repito, gracias a la ley hoy no se están lamentando”, dice en su aparte final el pasquín.
Los Caparros o Caparrapos también son conocidos como Frente Virgilio Peralta Arenas, quienes sostienen un crudo enfrentamiento con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC o Clan del Golfo, en el Bajo Cauca antioqueño.
Las AGC, llamadas Clan del Golfo por el Gobierno, son una confederación de estructuras criminales herederas del paramilitarismo. Los Caparros pertenecieron a las AGC y desde 2016 se separaron de ellas.
El Nudo del Paramillo es su objetivo fuerte. ¿Por qué? Por las grandes extensiones de cultivos de hoja de coca que hay en él (se extiende por Peque, Dabeiba, Ituango, Montelíbano y Tierralta) en las regiones aledañas a ese Parque Nacional y las rutas que dan acceso al mismo.
Diferentes aspectos confluyen en la guerra que se recrudece en el Bajo Cauca, en el Nordeste y Urabá antioqueños y el sur de Córdoba. La minería de oro y el narcotráfico son el objetivo, la meta, la joya de la corona. Por décadas, las AGC han tenido el dominio hegemónico en esa región. Los Caparros ahora quieren hacerse a ese control.
Para conseguirlo han tenido muchos factores a su favor. Entre ellos los golpes que la Fuerza Pública ha asestado a las AGC, la desmovilización de las Farc-EP y el posterior reacomodo por parte de sus disidencias y la llegada de los carteles de la droga mexicanos al país.
Desde 2016 los Caparros empezaron a enfrentarse a las AGC, les declararon la guerra. Afirman las autoridades que en principio estaban ubicados en el corregimiento El Guáimaro, de Tarazá, de allí pasaron a La Caucana, también de Tarazá, y ahora pretenden el dominio en todo ese municipio. Se han expandido a sectores rurales de Cáceres, El Bagre y Caucasia, en el Bajo Cauca; en Remedios y Segovia, en el Nordeste, y en Montelíbano y Tierralta, del sur de Córdoba.
Su fortalecimiento militar crece exponencialmente, apoyados por carteles mexicanos, específicamente, el Cartel Jalisco Nueva Generación, CJNG, que los apoya con abundante dinero y con armas. Pero los Manitos no van por el oro; quieren la droga. También los Caparros reciben ayuda del Eln y de las disidencias de las Farc, de los frentes 5, 18 y 36. Esta alianza tiene como objeto combatir a un enemigo común: las AGC y retomar rutas y controlar la minería de oro.
