Londres, 10 dic – Amnistía Internacional (AI) denunció este martes la “draconiana” nueva ley que endurece en Irán los castigos a las mujeres que no usen el obligatorio velo islámico, con penas que oscilan entre las multas, la cárcel, los latigazos y la pena de muerte en casos extremos.
“Esta vergonzosa ley intensifica la persecución de las mujeres y las niñas por atreverse a defender sus derechos tras las protestas de Mujer, vida, libertad”, dijo en un comunicado la directora regional adjunta de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Diana Eltahawy.
La activista consideró que las autoridades iraníes “pretenden afianzar el ya asfixiante sistema de represión contra las mujeres y las niñas, al tiempo que hacen aún más intolerable su vida cotidiana”.
La ley fue redactada por el Gobierno del fallecido presidente ultraconservador Ebrahim Raisí, aprobada por el Parlamento en septiembre 2023 y ratificada hace dos meses por el Consejo de los Guardianes -órgano que veta la legislación-.
El presidente del Parlamento, Mohamad Baqer Qalibaf, anunció que la ley será publicada oficialmente el 13 de diciembre, pero para que entre en vigor debe de ser aún firmada por el presidente iraní, Masud Pezeshkian, quien ha mostrado sus “reservas” al proyecto legislativo.
La ley, de 74 artículos, busca poner fin a la falta de uso del velo, un gesto de desobediencia civil que han adoptado numerosas iraníes tras la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien puesto el hiyab en septiembre de 2022, y cuyo fallecimiento provocó fuertes protestas.
Para ello impone latigazos, multas exorbitantes, duras penas de prisión, prohibiciones de viajar y restricciones a la educación y el empleo para las mujeres que desafíen la obligatoriedad del velo.
El artículo 37 establece que cualquier persona que en cooperación con organizaciones o medios extranjeros o de manera organizada promueva la desnudez, la indecencia o el mal uso del hiyab será condenado a entre 5 y 10 años de prisión y multas de entre 570 a 790 dólares.
Si alguna de esas acciones se considera como “corrupción en la tierra” -acusación que engloba una serie de delitos contra la seguridad publica y la moral islámica- podrían ser castigadas a la pena de muerte.
Para AI esto supone que si una iraní envía vídeos sin velo a medios extranjeros o participa en protestas pacíficas podría ser condenada a la horca.
Por su parte, el artículo 49 castiga con multas de hasta 785 dólares la “desnudez” -término que no se define-, cifra que podría ascender hasta los 1.400 dólares dólares en caso de reincidencia, además de penas de prisión de hasta 10 años.
Sin permisos de conducir o pasaportes
Las mujeres que no paguen las multas no podrán obtener o renovar permisos de conducir o el pasaporte, abandonar el país o recuperar sus vehículos en caso de que hallan sido incautados por la falta de velo, según el artículo 56.
Además, establece el castigo de latigazos para las mujeres que “participen públicamente en actos prohibidos” y “ofendan la decencia pública”, una disposición que se ha utilizado para azotar a las féminas que desafían el velo obligatorio.
También se enfrentan a multas y prisión los dueños de los negocios que permiten en sus establecimientos la presencia de mujeres descubiertas, según el artículo 40.
Las autoridades iraníes llevan dos años tratando de reimponer el uso del velo con castigos como la confiscación de vehículos o el regreso a las calles de la Policía de la moral, que detiene a mujeres descubiertas.
A pesar de todo ello, muchas iraníes continúan sin usar el velo como gesto de desobediencia y desafío ante la República Islámica.
EFE