Un centenar de personas protestaron hoy por las calles de Nairobi contra la violencia policial y los asesinatos extrajudiciales, en una manifestación dispersada con gas lacrimógeno por la Policía que efectuó al menos 20 detenciones.
«Veinte personas han sido detenidas por violar la normativa de salud por la COVID-19, que no permite grandes multitudes en reuniones públicas», confirmó a Efe el portavoz de la Policía de Kenia, Charles Owino.
Entre los detenidos se encuentran, según medios locales, Editar Ochieng y Wilfred Olal, del Centro de Justicia Social de Mathare, reconocidos activistas que documentan las ejecuciones extrajudiciales y los abusos policiales en los barrios más desfavorecidos de la ciudad.
Desde que se decretó en marzo pasado un toque de queda nocturno para reducir la expansión del coronavirus, al menos 16 personas han muerto por abusos policiales, según cifras de los grupos comunitarios de derechos humanos, aunque los muertos en los últimos años por esta violencia ascienden a centenares.
La marcha, llamada «Saba Saba» («Siete-Siete», en suajili y en alusión a la fecha de hoy), comenzó en los «centros de justicia», lugares de reunión para defensores de derechos humanos locales que denuncian este tipo de violencia, de varios barrios informales como Mathare, Kibera o Dandora, y convergieron en el centro de la capital keniana a grito de «Poder para la gente» o «Paren de matarnos».
«Estamos protestando contra el asesinato de gente inocente en los suburbios de Nairobi», explicó el conocido fotoperiodista y activista político Boniface Mwangi.
«Han criminalizado la pobreza, así que decimos: dejad de matarnos», alegó Mwangi, ataviado con una camiseta roja en la que se podía leer la frase «Amo mi país» y una máscara que simulaba estar manchada de sangre.
Sin embargo, la Policía respondió con rapidez y dispersó desde primera hora de la mañana a los manifestantes en los propios barrios y luego en el centro, donde arremetió contra ellos y lanzó gases lacrimógenos.
Esta marcha conmemora también los 30 años de otra manifestación con el mismo nombre que fue decisiva para presionar al Gobierno del autócrata Daniel arap Moi, fallecido este año, para que introdujese la democracia multipartidista en el país.
EFE
