Por Luis Fernando Quijano
Las 2 Orillas, publicó el 18 de marzo del año en curso la Nota Ciudadana titulada La absurda jerarquía del amenazado escrita por la periodista Andrea Aldana, donde muestra cómo se está presentando la jerarquización de los amenazados en la ciudad de Medellín, situación que no es promovida por los que reciben las amenazas -en este caso la periodista Ana Cristina Restrepo y el investigador social Juan David Toro quien trabaja en la Corporación Talentos ubicada en el barrio Lovaina- sino por parte del Alcalde Aníbal Gaviria Correa, quien lamentablemente olvidó los preceptos importantes que deberían regir a los administradores de lo público.
Uno de ellos sería aplicar la esencia de su programa de gobierno, “Medellín un hogar para la vida”, a todos los habitantes. Sin embargo, el alcalde Gaviria parece priorizar la vida de unos cuántos y no la de todos los ciudadanos, esto quedó demostrado en el tratamiento desigual que el mandatario dio tanto a Ana Cristina Restrepo como a Juan David Toro, el cual reseña la nota ciudadana.
El burgomaestre debería entender que es el alcalde todos los ciudadanos de Medellín y no de unos cuantos, por lo tanto su preocupación debe ser generalizada. ¿Aníbal Gaviria cuándo ha llamado a solidarizarse y a ponerse a disposición para los trámites de solicitudes de protección que requieren los amenazados o desplazados de la ciudad? La lista es larga, el drama de Ana Cristina Restrepo y de Juan David Toro lo repiten cientos de habitantes de las comunas 1, 3, 8, 9 y 13 de la ciudad, entre otras, así como los habitantes de la Loma San Gabriel.
Qué bueno sería que la atención a los amenazados de Medellín fuera igualitaria, pero eso no sucederá mientras los gobernantes funcionen en pro de los intereses particulares y no del interés público, el alcalde Gaviria representa lo primero.