Río de Janeiro, 15 mayo de 2025.– La Amazonía brasileña tuvo en 2024 su menor nivel de deforestación en seis años, pero concentró el 30 % de toda la vegetación destruida en el país, lo que equivale a talar siete árboles por segundo, según un estudio de la red Mapbiomas divulgado este jueves.
El año pasado fueron destruidas 377.708 hectáreas de vegetación nativa en la selva más extensa del planeta, un 16,8 % menos que en 2023.
Es la segunda caída consecutiva de la deforestación en el bioma después de reducirla un 62 % en 2023, en relación con 2022.
Entre 2019 y 2024 Brasil perdió más de 9,8 millones de hectáreas de vegetación, una superficie similar a la de Corea del Sur.
El 67 % de ese total ocurrió en la Amazonía.
Los datos corresponden al análisis anual de las alertas identificadas por la red Mapbiomas, que desde 2019 consolida las alarmas de deforestación de todos los satélites utilizados en Brasil -por el Gobierno, entidades académicas, privadas y ONG- para los seis biomas del país.
Al ser un estudio más detallado, el dato de las alarmas de deforestación de la red en el bioma resulta un 9,7 % menor que el divulgado por el Gobierno (418.400 hectáreas), con base en los datos del sistema DETER del Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués) .
Según Larissa Amorim, una de las investigadoras del equipo de Mapbiomas, la Amazonía brasileña sufre su mayor deforestación entre junio y septiembre, durante la temporada de sequía más intensa, que facilita la devastación, entre otros factores, por los incendios.
«(…) y cuando hablamos de factores de presión, la agricultura siempre ha estado a la delantera», agregó en una charla virtual con la prensa.
La minería ilegal también impacta fuertemente en la destrucción de la selva, pues el 99 % del área deforestada por esa actividad en Brasil, está en la región amazónica.
El estudio destaca que en 2024 se registró, por primera vez en seis años, una caída en la deforestación en todos los seis biomas brasileños, con excepción del Bosque Atlántico, que se mantuvo estable, pese al impacto de las inundaciones en Río Grande do Sul.
El Pantanal, el mayor humedal del planeta, presentó la mayor caída proporcional, con una reducción del 58,6 % en comparación con 2023
En el semidesértico Cerrado la devastación cayó un 41,2 %, pero fue la mayor área devastada de todo el país, con el 52 % del total de Brasil.
Áreas protegidas
Según Mapbiomas, el año pasado se registró deforestación en el 33 % de los territorios indígenas que, en conjunto, tuvieron un total de 15.938 hectáreas de vegetación destruidas, un 24 % menos que en 2023.
El área equivale al 1,3 % de la superficie total deforestada en Brasil el año pasado.
La Tierra Indígena Porquinhos dos Canela-Apãnjekra, localizada en la región amazónica del estado de Maranhão, fue la más afectada con 6.208 hectáreas de vegetación nativa destruidas, un 125 % más que en 2023.
La deforestación en las reservas ambientales fue mayor que en los territorios indígenas, con 57.930 hectáreas destruidas en 2024, una reducción del 42,5 % interanual.
Triunfo do Xingu, ubicada en el estado amazónico de Pará, fue la más impactada con 6.413 hectáreas devastadas, una reducción del 31,7 % respecto a 2023.
EFE