Quito, 25 de julio del 2023 – Un grupo de organizaciones ambientalistas exigieron este martes la salida de las empresas chinas subcontratadas en el yacimiento petrolero Bloque 43-ITT, que será objeto de una consulta nacional para cesar la extracción de crudo como una medida para preservar el Parque Nacional Yasuní, una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta.
En un informe titulado «China en el Yasuní-ITT», la organización Latinoamérica Sustentable (LAS), la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos y la Coordinadora Ecuatoriana de Organizaciones para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente (Cedenma), recomendaron al Gobierno chino que exija a sus empresas detener sus actividades en el Bloque 43-ITT y no abrir nuevos campos de la Amazonía ecuatoriana.
Si bien la operación del Bloque 43-ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini) está a cargo de la petrolera estatal Petroecuador, desde 2016 se han firmado cuatro contratos de servicios con las empresas chinas Sinopec y Chuanqing Drilling Engineering Company Limited (CCDC) para la perforación y explotación de los campos Tambococha e Ishpingo, indicó el documento.
Así, los autores del informe recordaron que si el «Sí» gana en el plebiscito que se votará el próximo 20 de agosto, en coincidencia con las elecciones generales extraordinarias, «todas las actividades petroleras, actuales y futuras, operadas por Sinopec y CCDC deberán suspenderse indefinidamente, sin importar su estado o avance contractual u operativo».
Su propuesta es que se «retiren inmediatamente del bloque ITT del Yasuní como un acto de responsabilidad climática global y respeto hacia los pueblos en aislamiento voluntario».
Sofía Jarrín, de la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos, indicó que estas recomendaciones son «un llamado al Gobierno, empresas y financistas chinas a cumplir con sus compromisos internacionales como el Acuerdo de París».
La consulta nacional sobre el Bloque 43-ITT está promovida por el colectivo ambientalista Yasunidos, que logró que se celebre el plebiscito tras una batalla legal de diez años con instituciones del Estado para su realización, luego de reunir unas 757.000 firmas.
El plebiscito sólo se realizará sobre el Bloque 43-ITT y no sobre los otros bloques que desde los años 80 ya se operan en la selva amazónica del Yasuní, como el Bloque 31, y los Bloques 16 y 67.
El Bloque 43-ITT, en operación desde 2016, es uno de los más importantes de Ecuador al producir alrededor de 55.000 barriles de petróleo al día, lo que supone en torno al 11 % de la producción nacional, que ronda los 480.000 barriles diarios.
Esto, según Petroecuador, le reporta al Estado anualmente unos beneficios de 1.200 millones de dólares actualmente, por lo que, de acuerdo a sus estimaciones, Ecuador dejaría de recibir alrededor de 13.800 millones de dólares en los próximos 20 años en concepto del valor de los recursos que se quedarían sin explotar.
Para los ambientalistas estas cifras son en realidad menores y consideran clave detener la operación para proteger la alta biodiversidad del Yasuní frente a posibles derrames petroleros, si bien hasta ahora no se ha registrado ninguno que haya impactado en el entorno natural en el área del ITT.
Otro de los argumentos de los promotores de la consulta es evitar afectaciones a los tagaeri y taromenane, dos pueblos indígenas en aislamiento voluntario cuya zona intangible limita con el Bloque 43-ITT, con los pozos de Ishpingo a unos cientos de metros de esta área reservada para ellos.
«Tenemos la esperanza de que China no solo le dirá ‘Sí’ al Yasuní, sino a los pueblos waorani y a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, los tagaeri y taromenane, quienes son parte fundamental de la identidad ecuatoriana», dijo la presidenta del Cedenma, Natalia Greene.
EFE