San Juan, 22 abril de 2025.– Varias organizaciones ambientalistas se concentraron este martes para protestar contra los permisos de construcción en las inmediaciones de las playas que provocan erosión en las costas, alteración del medioambiente y contaminación, en el marco del Día Internacional del Planeta Tierra.
«Estamos defendiendo el recurso natural, el acceso a las playas de los puertorriqueños y la defensa de las poblaciones no humanas», explicó a EFE Braulio Quintero, director ejecutivo de ISER Caribe, una organización sin fines de lucro que lleva a cabo una restauración ecológica de arrecifes de coral en Cabo Rojo.
Con pancartas en las que se leía: ‘No a Esencia’, ‘Las playas son del pueblo’ o ‘solo el pueblo salva al pueblo’, los ambientalistas reclamaron frente al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA) que no se aprueben las enmiendas PS79 y PS81.
El PS79 le quitaría la potestad al DRNA de otorgar permisos para excavaciones, extracciones o dragados de los componentes de la corteza terrestre en terrenos públicos o privados, una prerrogativa que se daría a la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe).
Mientras que el PS81 es una enmienda a la ‘Ley para la Reforma del Proceso de Permisos de Puerto Rico’ que busca que la OGPe pueda conceder permisos de construcción, aunque las agencias gubernamentales no lo aprueben.
Gabriela Rocafort, activista de ‘Defiende a Cabo Rojo’, dijo en una rueda de prensa que el pueblo exige que «todos los representantes voten en contra de ambos proyectos y no permitan que se legalice la destrucción de nuestro país».
«El Gobierno en su alianza descarada con intereses millonarios ha dejado claro que prefiero amurallar, asfaltar, privatizar y destruir nuestras playas y nuestras tierras antes que defenderlas, pero el pueblo está claro y no nos quedamos callados. Desde Cabo Rojo hasta Culebra seguimos en pie de lucha», concluyó Rocafort.
Quintero precisó que el proyecto Esencia en Cabo Rojo, que ha causado gran descontento entre la población de la isla que lleva meses protestando, pretende desarrollar viviendas de lujo en 400 hectáreas, entre ellas 1.100 mansiones, tres hoteles, dos campos de golf.
«En un área de alto valor ecológico donde se encuentran seis especies protegidas a nivel estatal y a nivel del Gobierno federal de Estados Unidos y además de esto este es un área de valor arqueológico donde se encuentran 146 yacimientos arqueológicos», denunció el activista.
Otros proyectos que amenazan los ecosistemas y el medioambiente de Puerto Rico y que los ambientalistas luchan para frenar son la iniciativa The Cliff en Aguadilla (noroeste), la construcción de una infraestructura en un cayo en el municipio de Fajardo (noreste), otro hotel de lujo en la isla-municipio de Vieques y un proyecto en Punta Bandera, en Luquillo, en el este de la isla.
En la manifestación los asistentes corearon ‘Las playas no se venden, las playas se defienden’ y ‘Dile no, dile no, a Esencia dile no’, entre otros cánticos.
EFE