La Consejería de Gobierno Mayor de la Organización Indígena de Antioquia rechazó las amenazas de muerte en contra de María Evalina Iságama, quien desde el pasado 5 de diciembre ha recibido llamadas y mensajes en su celular que buscan coartar el trabajo que lidera en el hospital del municipio de Murindó, en favor de la salud de los pueblos indígenas y afro de la zona del Atrato Medio.
La Organización Indígena de Antioquia y sus comunidades filiales, hacen un llamado a los grupos armados al margen de la ley o a quienes acechan con terror a los líderes y lideresas indígenas, para que sea respetada la vida y la integridad de quienes actuando según la Ley de Origen, el Derecho y Gobierno Propio, buscan el bienestar de los pueblos indígenas.
Según la OIA, con el caso de María Evalina Iságama son ya 21 las lideresas y líderes indígenas amenazados en Antioquia, “por lo que se hace urgente, tomar medidas, frente a la evidente vulnerabilidad a la que están expuestas las autoridades indígenas y los comuneros y comuneras en Antioquia, luego de que se firmara el Acuerdo Final de Paz, con el que se creía que retornaría la paz a los territorios más alejados del departamento”, señaló la Organización en un comunicado.
“Como organización defensora de derechos humanos y en representación de los cerca de 40 mil indígenas de Antioquia, solicitamos a las entidades oficiales de control y de investigación como la Fiscalía General de la Nación, adelantar las investigaciones pertinentes entorno a éste y los demás casos de amenazas a indígenas en Antioquia, al Gobierno Nacional y su programa de protección para que se activen medidas urgentes de protección que salvaguarden la vida de quienes con su trabajo buscan en bienestar de las comunidades más desfavorecidas”, se lee en el escrito difundido por la OIA.
Finalmente, la Organización Indígena de Antioquia invita al Ministerio Público, a la Procuraduría General de la Nación, a la Defensoría del Pueblo y a las Personerías municipales para que sumen los esfuerzos necesarios para garantizar la vida de María Evalina Iságama, así como la de las demás autoridades indígenas amenazadas de muerte.
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