Buenos Aires, 21 abril de 2025.– La muerte del papa Francisco unió este lunes a todos los estamentos y partidos argentinos, que por una vez aparcaron sus diferencias y coincidieron en resaltar el papel del primer argentino en liderar la Iglesia católica.
El Gobierno de Javier Milei decretó siete días de duelo nacional y la Asociación del Fútbol Argentino canceló todos los partidos de hoy, mientras las reacciones se multiplicaban, desde el presidente -«fue un verdadero honor» conocerle- a la oposición -«un día tristísimo» para el gobernador de Buenos Aires, el peronista Axel Kicillof- o los curas villeros.
Tras un primer mensaje a través de su oficina en el que destacó su «incansable lucha para proteger la vida desde la concepción» y su voluntad de «llevar austeridad a la Santa Sede», Milei publicó un mensaje más personal en su cuenta de X.
«A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí», dijo Milei, que aseguró que «como Presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de Fe, despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia».
También el líder de la oposición, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, lamentó el fallecimiento del papa Francisco, cuya partida «deja un vacío enorme», y lo describió como un referente de «la justicia social en todo el planeta».
Tampoco tardó en reaccionar la Asociación del Fútbol Argentino, que suspendió todos los partidos de hoy tras conocer la muerte de Jorge Bergoglio, un declarado fanático del San Lorenzo, equipo que resaltó su «amor por el Ciclón» (apodo por el que se conoce a ese club).
«Un papa distinto, cercano, argentino…», resaltó el futbolista Lionel Messi, que agradeció al papa el «hacer del mundo un lugar mejor». «Te vamos a extrañar», finalizó en un mensaje en su cuenta de Instagram.
O el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, que dijo que con la muerte de Francisco se fue «el papa de los pobres, de los marginados», durante una misa a la que asistieron decenas de argentinos en la Catedral Metropolitana de la capital argentina.
Desde primera hora de la mañana de este lunes, los bancos de la catedral se fueron llenando de fieles, quienes, entre rezos y suspiros, no podían contener las lágrimas y buscaban consuelo en la homilía.
Y si la Iglesia católica dedicaba una misa al pontífice, los curas villeros de las barriadas populares y empobrecidas de Argentina, organizados desde los años sesenta en torno a un movimiento que impulsó Jorge Mario Bergoglio, lamentaron el fallecimiento del «papa de la villa».
«Cuando era arzobispo de Buenos Aires privilegiaba la visita de los barrios populares. Había una autenticidad en la vida de él muy grande, se ocupó de aquellos más desposeídos a lo largo de su vida, lo hizo en Buenos Aires y lo hizo en todo el mundo», afirmó a EFE el padre José María ‘Pepe’ Di Paola, uno de los curas villeros y designado por el papa argentino para organizar las parroquias en esos lugares.
Muy afectada se mostró la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que consideraba «un hermano» a Francisco, a quien tenía previsto visitar el próximo mes de mayo en el Vaticano.
«Una persona sana, buena, generosa, todas esas condiciones que tiene que tener quien está a cargo de la Iglesia católica. No va a haber otro igual», afirmó De Carlotto en una entrevista con Radio 10.
Y desde el ámbito político, la vicepresidenta argentina, Victoria Villarruel, expresó su tristeza por la «dolorosa partida a la casa de Dios» del papa Francisco y lo recordó como el argentino «más relevante de la historia».
En la tristeza coincidió la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández, que dijo que Francisco «fue el rostro de una iglesia más humana, con los pies en la tierra, sin dejar de mirar el cielo».
Otra coincidencia, la del expresidente conservador Mauricio Macri, que destacó que «fue un honor sin comparación haberlo conocido», algo que también dijo Milei.
Mientras que su primo y alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, lo definió como «un porteño que trascendió al mundo».
EFE