São Paulo, 8 enero de 2025.- El diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023), negó este miércoles que la invasión de las sedes de los tres poderes por miles de activistas de extrema derecha, cuyo segundo aniversario se conmemora este miércoles, se haya tratado de un intento de golpe de Estado.
«Enero es un mes de vacaciones en Brasilia. Nos quieren hacer creer que un domingo de enero se intentó dar un golpe de Estado, utilizando viejitas y personas desarmadas, en un momento en el que (Jair) Bolsonaro ya no era más comandante supremo de las Fuerzas Armadas», dijo en un video difundido en la cuenta de X de su padre.
Durante casi tres minutos, Eduardo Bolsonaro relata diversos acontecimientos con el objetivo de negar el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023 y de limpiar algunas de las acusaciones de la Justicia que pesan sobre su padre.
El político argumenta que ese día «no se efectuó ningún disparo ni fue incautada ninguna arma» y que la Policía detuvo a «señoras» y «madres de familia» que «nunca habían puesto un pie en una comisaría».
A lo largo de dos años de investigaciones, la Policía Federal se ha incautado de 147 armas en poder de los sospechosos de participar en la ejecución, financiación y organización de los ataques del 8 de enero.
Por el momento, 371 personas han sido condenadas y otras 552 están siendo procesadas por el Tribunal Supremo por los hechos violentos del 8 de enero de 2023, la mayoría de ellas por delitos graves como golpe de Estado, abolición violenta del estado Democrático de derecho, daños graves y asociación criminal armada.
En su mensaje de video, Eduardo Bolsonaro además destacó que su padre se encontraba de viaje en Estados Unidos el día que ocurrió el asalto.
El diputado pidió que «Dios ilumine las cabezas de las autoridades brasileñas» para que el expresidente, inhabilitado políticamente desde 2023, pueda volver a «hacer política».
Bolsonaro enfrenta nuevas acusaciones, luego de que la Policía Federal presentó cargos a finales del año pasado contra él y otras 39 personas, entre ellas militares de alto rango y antiguos ministros, por planear un golpe de Estado en el que se sopesó incluso asesinar a Lula y a otras altas autoridades.
EFE