Tel Aviv, 11 de julio de 2023.- Los detenidos en las protestas de hoy a lo largo de todo Israel en contra de la reforma judicial ascienden a 66, mientras que el foco de las movilizaciones se trasladó al aeropuerto internacional de Ben Gurion, en Tel Aviv, después de haber logrado bloquear durante horas las principales carreteras del país.
De entre los 66 arrestados por «violar el orden público», 7 ya han sido liberados, informó un portavoz de la policía en su último recuento de las 15 horas (12 GMT).
DISTURBIOS EN TEL AVIV
La mayoría de las detenciones, un total de 33, tuvieron lugar en Tel Aviv, donde ha habido varios focos de protestas y la policía llegó a desplegar a la policía montada y cañones de agua en la céntrica avenida Kaplan, epicentro del movimiento de protestas desde hace seis meses, para dispersar a los manifestantes causando varios heridos.
Del resto de detenciones, 16 tuvieron lugar en el distrito del centro, 10 en Jerusalén y 7 en la zona de la costa.
«La Policía de Israel continuará permitiendo la libertad de expresión y protesta dentro de los límites de la ley, pero no la violación del orden público, la interrupción de las normas de tránsito o el peligro para los automovilistas», indicó el portavoz, que señaló que los agentes han «operado desde primeras horas de la mañana en muchos puntos críticos donde se han producido disturbios».
Esta «jordana de resistencia» se convoca hoy después de que la Knéset (Parlamento israelí) aprobara esta madrugada en primera lectura un proyecto de ley que elimina la doctrina de la razonabilidad, que permite al Supremo revisar y revocar decisiones gubernamentales en base a si éstas son razonables o no, uno de los pilares de la reforma judicial.
Los líderes de las protestas -amplio movimiento que aglutina sectores como la alta tecnología, universitarios o reservistas- llamaron a los ciudadanos a «reunirse y salvaguardar la democracia israelí».
PROTESTA EN EL AEROPUERTO
Después de haber congregado miles de personas en las principales carreteras y autopistas del país a primera hora de la mañana; para después continuar frente a la Knéset en Jerusalén y en el centro de Tel Aviv; las movilizaciones se trasladaron al aeropuerto internacional de Ben Gurion, el principal del país.
Allí, cientos de pasajeros trataban de abrirse paso entre el caos desatado por la marea de manifestantes, que con el puño arriba y ondeando banderas israelíes, gritaban «democracia»; mientras decenas de agentes de policía trataban de contenerles para evitar que bloquearan del único carril para taxis y autobuses.
«Nuestra democracia está en peligro, amenazada por este gobierno. Están tratando de robar nuestras libertades», afirmó a EFE Iris Shaked, una israelí de 58 años, que protestaba en el aeropuerto.
«Israel es una democracia. Y en una democracia la mayoría decide. Yo no soy parte de esa mayoría, eso está bien. Pero cuando la mayoría ataca el corazón del sistema democrático, es el momento de salir a la calle», indicó Rafi Levy, ingeniero retirado del sector de la alta tecnología.
El Gobierno, especialmente su ala ultraderechista, pidió el domingo a la Fiscal General, Gali Baharav-Miara, que declarara ilegal la protesta en el aeropuerto, pero ésta se negó hoy alegando que «es un lugar público donde la ciudadanía tiene derecho a la libertad de expresión y manifestación», algo que solo puede limitarse «si genera graves disturbios de orden público».
Una de las fuerzas impulsoras de las protestas ha sido el sector de la alta tecnología, donde decenas de empresas hoy dieron el día libre a sus empleados para participar en las protestas; mientras cada vez más voces están presionando a la federación de sindicatos Histadrut para que declare una huelga general.
Además, unos 300 reservistas del Ejército de unidades cibernéticas firmaron hoy una carta abierta alegando que no se presentarán como voluntarios al servicio, después de que veteranos de la Fuerza Aérea hicieran lo mismo la semana pasada.
Los manifestantes tienen previsto protestar más tarde frente a la embajada de EEUU en Tel Aviv y frente a la residencia del primer ministro en Jerusalén, para acabar en la noche en la avenida Kaplan de Tel Aviv. EFE
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